La sobrina modelo de Bush, en España

La familia Bush está de capa caída tras los últimos acontecimientos políticos. Si George W. Bush pierde amigos cada día que pasa, su sobrina es la única que parece dispuesta a elevar el nombre de la saga. Y esa es Lauren Bush, una joven que intenta ganarse la vida en el mundo de la moda. Esta top, de 24 años, prueba suerte en España, donde ha sido invitada a uno de los saraos que estos días pueblan la geografía nacional.

Lauren cogerá un avión desde su Texas natal rumbo a Madrid. Y allí ya tiene el planning completo hecho. El jueves por la noche está anunciada en la residencia del Embajador de Francia que acogerá los Premios de Moda Marie Claire. La sobrina Bush no será sólo un reclamo, sino que le entregarán un galardón solidario. Razones para ello hay.

Sea como sea, no estará sola. A la banda de clásicos fiesteros nacionales hay que unir la presencia de la modelo Sasha Pivovarova, la actriz Catherine Deneuve, la polifacética Paz Vega y la gran madrina del evento, Winona Ryder, que no levanta cabeza desde que fue condenada por su afición a robar prendas en tiendas de moda. Sin duda, la noche se plantea divertida, amenizada por una cena y los típicos corrilos de cotilleos.

Pero lo que muchos se preguntarán es quién es esta Bush y cómo ha llegado tan lejos. Lauren Pierce Bush, nacida en 1984 en Texas, es hija de Neil Bush, hijo y hermano de presidente, y de Sharon Bush. Esta joven ha estudiado diseño y se ha graduado en la Universidad de Pricenton en antropología. Sin embargo, durante este tiempo ha trabajado como modelo para ganarse unas perritas. Ha ocupado las portadas de Vogue y Vanity Fair y ha sido imagen de Tommy Hilfiger, entre otros.

Por otro lado, ha colaborado en diversos programas en África para ayudar a paliar el hambre. ¿Le daría su tío George algún consejito para montar su propio programa de alimentos? Eso habrá que preguntárselo. Lo que seguro que no se lleva es a su novio, el hijo de Ralph Lauren. Así, todo queda en el mundo de la moda y no de la política, no vaya a ser que no salga bien parada.