Carmen Romero sí lo sabía

Desde que Vanitatis.com dio la noticia el lunes pasado de la separación de Felipe González y Carmen Romero, se han multiplicado las noticias colaterales referidas a los protagonistas de la historia, unas bien rematadas y otras utilizando la información inicial y adornándola como mejor les veía en gana. La realidad es la que se ha contado. La pareja formada por el ex presidente y su mujer llevaban mucho tiempo haciendo cada uno su vida, salvo las fiestas y festejos familiares.

 

Carmen pasaba temporadas en Sevilla y Felipe por medio mundo. Sobre todo visitaba Latinoamérica  y universidades norteamericanas donde las conferencias de mandatarios europeos son muy solicitadas. Cuando estaba en Madrid, vivía en su casa de Somosaguas, un chalet diseñado de tal manera que cada uno de los moradores podía tener su total independencia. Aparte de su afición a cuidar los pocos bonsáis que le quedan -la mayoría los cedió al Botánico- y pulir piedras, se dedica a preparar artículos de prensa, esquemas de futuros libros… Lo habitual en un ex presidente de Gobierno con un gran recorrido político y social.

 

Muy cerca vive su hija María, que trabaja con él. Los tres hijos mantienen una excelente relación con sus padres y hace años que tienen vidas totalmente independientes.

 

Carmen Romero, profesora de literatura, abandonó la enseñanza cuando se convirtió en “presidenta” consorte. Después vino su dedicación a la política activa como diputada por Cádiz y ahora como presidenta del Círculo Mediterráneo. A pesar de lo que dicen algunos y por la información recabada, hace meses que Carmen había comentado a su entorno más privado su separación matrimonial. Aseguran que fue ella la que en ese momento habría tomado la decisión de separarse de hecho lo que ya estaba separado de facto.

 

Por lo tanto, y como ya se contaba en la exclusiva, no hubo terceras personas desencadenantes de la decisión. María del Mar ya llevaba años compartiendo afectos. La información que reciben las amistades de la ruptura matrimonial tendría que ver seguramente con una decisión por parte de Carmen de cerrar un libro donde ya no caben más capítulos.