La galleta de Leonor

 Se ha ganado el cariño de todos, y es que la Infanta Leonor es igualita de carácter que su abuelo paterno, el Rey Don Juan Carlos, con ese mismo don de gentes y ese aire campechano que conquistan a la primera. Esto mismo ha ocurrido en el colegio de Santa María de los Rosales, donde hablan maravillas sobre la niña.

Cuentan que es extrovertida, graciosa, muy predispuesta y siempre con una sonrisa en los labios. Nada que ver con lo que se oye de sus padres, los Príncipes de Asturias, que a pesar de ir casi todas las mañanas al centro escolar para dejar a Leonor apenas hablan con el resto de padres. El carácter tímido de Don Felipe, la seriedad que marca Letizia y el distanciamiento que imponen por ser quienes son tienen como consecuencia que ningún otro padre haya entablado amistad con ellos, como sí ocurre sobre todo cuando los hijos son tan pequeños.

Pero la anécdota de la semana la protagonizó Leonor el otro día cuando salía del colegio con su madre y vio a una compañera con un mazo de galletas en la mano. Enseguida se puso a pedirle que le diera una y fue la Princesa quien le recriminó esa actitud. Los que estaban al lado aseguran que Letizia comentó que la niña no para de comer y que no debía pedir a los demás. 

 

Por supuesto, mientras su madre le hablaba Leonor salió corriendo y cogió la galleta, que acabó zampándose en un santiamén. Igualita, igualita que su abuelito.