Madrid celebra la última boda del año

Viajes exóticos, cenas de todo tipo y condición o cotillones en discotecas y lugares alternativos son algunas de las opciones que elige normalmente la ciudadanía para pasar la noche festiva más larga del año. Las posibilidades son muchas y variadas, pero lo que ya es más inusual e insólito es elegir esa fecha para casarse. Y eso es lo que hicieron Diana Dominguín y Jacobo Reguera. La pareja quiso acabar 2008 de la mejor manera posible, brindando con champán y tomándose las uvas con nuevo estado civil. Convocaron a familiares y amigos en La Muñoza, una finca cercana a Madrid.

Diana, hija de Mae Dominguín, y Jacobo, hijo del que fuera ministro de Información y Turismo con Suárez, no dejaron meter mano a ninguno de sus progenitores en el tema de la boda. La pareja se encargó absolutamente de todo y fueron ellos los que convocaron a los invitados entres lo que se encontraban Maika Pérez de Cobas y Miguel Rosillo, Lita Trujillo, Carmen Galindo, María Antonia Álvarez, (hermana de Isidoro Álvarez, de El Corte Inglés), la familia Tablada, la dueña de la inmobiliaria de lujo Cristina Sekelly, Jaime Ostos y Ángeles Grajal, Elena Aznar, Carmen Galindo, Dani San Martín y Natalia Martínez Campos, el directivo del Real Madrid Luis Guerrero con su mujer Charo...

Como tampoco querían que se les fuera de las manos prefirieron celebrar una fiesta relativamente sencilla. La novia eligió un vestido de chiffon de seda blanco roto de Alma Aguilar, una de las diseñadoras que siempre desfila en Cibeles con gran éxito. Lo acompañaba con un bolero de lana rizada de cordero de Mongolia más unas sandalias plata de Pedro García. El novio, siguiendo con la tradición, se enfundó en el clásico chaqué. Una de las anécdotas de la celebración fue que los gemelos de Diana (este es su segundo matrimonio) de siete años también iban vestido igual que Jacobo, el ya marido de su madre. Los niños muy en su papel acompañaron a su madre e hicieron junto a ella la entrada nupcial. Los testigos, -en este caso las testigas- fueron Amparo Espinosa Suárez y Pilar Reguera, superando con creces cualquier cuota femenina de este tipo de festejos.

La casa de la finca donde se celebró el convite se vistió de fiesta. Mientras llegaban los invitados se sirvió un cóctel donde no faltó de nada. Después la cena propiamente dicha organizada por Samanta Vallejo-Nágera, una de las restauradoras más imaginativas del momento, a base de una ensalada asiática de verduritas y fideos chinos. De segundo y por aquello de conciliar boda con la navidad, pularda rellena acompañada de puré de castañas. El postre fue quizá lo más llamativo. La hermana de Colate dispuso varias mesas con repostería de todo tipo, tartas de manzana, de limón, de coco, mousse, tocinos de cielo, flanes.... más de quince platos diferentes a demás de la fruta y por supuesto, los paquetitos con las uvas de la suerte.

A las doce de la noche el recién estrenado matrimonio compartió las uvas con todos los presentes, incluidos los camareros y el personal que esa noche le tocó trabajar. Después baile hasta el amanecer. Diana y Jacobo entraron con el pie derecho en 2009. Sus invitados también.