Dakota Johnson, una hija a la última
Las etiquetas no le gustan a nadie. Y una de las que más ayuda a triunfar y que, por norma general no suele gustar a quien
Las etiquetas no le gustan a nadie. Y una de las que más ayuda a triunfar y que, por norma general no suele gustar a quien la lleva, es la de ‘hijo de’ –seguido de un nombre, no de un improperio-, porque, si bien es cierto que se valora el tesón y la fortuna de los padres, el ego también hace que cada cual quiera ser valorado por su propia andadura y no por la de sus progenitores.
Las etiquetas no le gustan a nadie. Y una de las que más ayuda a triunfar y que, por norma general no suele gustar a quien la lleva, es la de ‘hijo de’ –seguido de un nombre, no de un improperio-, porque, si bien es cierto que se valora el tesón y la fortuna de los padres, el ego también hace que cada cual quiera ser valorado por su propia andadura y no por la de sus progenitores.