Las memorias de Jaime Marichalar

Seguramente sería es el libro más deseado por cualquier editorial y sólo tendría rival con el que pudiera escribir en su momento el ex marido de la Princesa de Asturias, el escritor extremeño Alonso Guerrero, de cuyo nombre ya casi ni nos acordamos con esta amnesia general que hay en todo lo concerniente a la primera boda de Letizia Ortiz. Por eso, que Jaime de Marichalar haya quedado a comer con la directora de La Esfera de los Libros, Ymelda Navajo, es suficiente motivo como para que algunos miembros de la Casa Real se pongan nerviosos o pregunten sobre ciertos encuentros.  

 

No hay que olvidar que Navajo está considerada como una de las mujeres con mayor poder de la edición española desde su cargo en Planeta. Trabaja a la americana, en contacto directo con sus “autores”. Se supone que este almuerzo compartido con Jaime de Marichalar fue simplemente un acercamiento social, pero, como decía la famosa película, las amistades peligrosas a veces llevan a destinos insospechados.

 

Y no lo digo por la buena de Ymelda, una mujer excepcional, sino por esa tercera persona en la mesa que propició la cita y que además se vanagloria de su estrechísima relación con el Duque de Lugo, con quien dice hablar casi a diario. Claro que también asegura que es íntima de Preysler y a Isabel casi se le caen las perlas de Suárez cuando se lo comentan.

 

De todas formas, y al margen de la cita gastronómica, cualquier libro relacionado con los miembros de la Familia Real -el duque de Lugo lo sigue siendo- tienen un gran tirón. La primera biografía de la primogénita Borbón -La Infanta Elena (La esfera de los Libros)- escrita por la periodista Carmen Duerto ha tenido una gran aceptación y no digamos el polémico libro de Pilar Urbano. Unas vivencias en primera persona de Jaime de Marichalar sería un éxito seguro.