Rocío Jurado gana su último juicio

La historia de este juicio contra Rocío Jurado se remonta al 20 de septiembre del 2002, cuando la cantante acudió al programa que Mirtha Legra tiene en la televisión argentina. Se trata de un espacio de máxima audiencia donde la veterana periodista entrevista a todos aquellos artistas y gente importante que pasan por Buenos Aires. En el caso de Rocío, no necesitaba promoción, pero sí le unía una gran amistad con Legra de los tiempos en que ambas comenzaban su actividad profesional. De ahí que visitará su plató y que contestara a todas las preguntas, que más que preguntas eran una charla de viejas amigas.

 

En un momento dado Mirtha sacó a relucir el tema de la ruptura matrimonial de la hija y Jurado tuvo palabras duras contra el ex yerno: “Le ha hecho la vida imposible y, hoy día aún se la sigue haciendo (…) ha sido una persona nefasta y eso afecto a la vida de todos nosotros (…) Sigue persiguiendo a mi hija y quiere quitarle a los hijos. ¡Es una barbaridad!”. A raíz de estos comentarios, Antonio David interpuso una denuncia solicitando una indemnización de mil millones de pesetas. Siete años después de aquellas declaraciones y tres de su fallecimiento, Rocío Jurado gana su última batalla legal.  

 

Marcos García Montes, abogado de la cantante, está feliz con la decisión judicial. Se encuentra en Estados Unidos ejerciendo la defensa de María José Carrascosa, la española que permanece en prisión acusada por la justicia norteamericana de haber “secuestrado” a su hija. A través de conversación telefónica explicó a Vanitatis que “Antonio David ha perdido en las tres instancias. Primero en el juzgado de Primera Instancia, después en la Audiencia Provincial y ahora en el Tribunal Supremo. Ha sido condenado en costas. Con lo cual, tiene que pagar treinta y ocho millones de pesetas (228.915 euros) en concepto de honorarios míos y del procurador. Voy a proceder a la ejecución inmediata de la sentencia y en el caso de que no pueda hacer frente al pago al embargo de los bienes”.

 

García Montes alegó en defensa de Rocío Jurado que “habida cuenta de que se trataba de un tema de conocimiento público, y que fue el propio demandante quien había puesto el tema en los medios de comunicación, entendiendo que no existía ninguna lesión al honor e intimidad de Antonio David Flores Carrasco y que además no eran expresiones injuriosas, insultantes o descalificantes, sino opiniones enmarcadas en el conflictivo contexto de la crisis matrimonial de su hija. Tesis que ha sido aceptada por los tribunales españoles.