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Todos se rinden a los abrazos de Penélope
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Todos se rinden a los abrazos de Penélope

Era el estreno del año. Cualquier celebrity que se preciara tenía que estar invitada al acto y aparecer en ese photocall. Los ‘oscarizados’ iban a presentar

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Todos se rinden a los abrazos de Penélope

Era el estreno del año. Cualquier celebrity que se preciara tenía que estar invitada al acto y aparecer en ese photocall. Los ‘oscarizados’ iban a presentar su nueva película, un filme que ya tiene opiniones para todos los gustos, pero que no ha dejado indiferente a nadie.

La expectación era máxima ya a las siete y media de la tarde. Decenas de reporteros se apostaban a las puertas de los cines proyecciones de la madrileña calle de Fuencarral para la puesta de largo de Los abrazos rotos, el último filme almodovariano. Y eso que los invitados estaban citados a las nueve. Pero la cosa prometía, aunque sólo fuera por incluir en el archivo fotográfico las imágenes de esa alfombra roja. (Ver álbum del estreno)

A pesar de que con esto de la tan nombrada crisis los famosos parecían estar escondidos debajo de las piedras y que se trataba de la víspera de lo que, para muchos, era un puente de los de aúpa, la mayoría acudieron a la cita con el director manchego y con la que es, según la Academia de Hollywood, la mejor actriz de reparto del último año.

Los primeros en llegar fueron Boris Izaguirre y la actriz Amaia Salamanca, que se presentó ataviada con unos vaqueros y ajena, en apariencia, a los rumores que han surgido tras sus fotografías con el futbolista Sergio Ramos. Ellos daban inicio a una comitiva con una lista de invitados famosos más larga que la de la cola del paro. María Valverde, Eduardo Noriega, Manuel Bandera, José Coronado o María Botto son solo algunos de los nombres de los que se dejaron ver en ese inmenso posado en el que se convirtió en estreno.

También estuvieron los guapos del momento. Para encanto de las quinceañeras –y no tan adolescentes- que se congregaban tras las vallas de seguridad, Miguel Ángel Silvestre, alias ‘El duque’, esta vez se dejó ver, se fotografío y hasta repartió besos entre alguna admiradora que ponía cara de no volver a lavarse la cara en lo que le restaba de existencia. Hugo Silva también estuvo allí. Acompañado de su amigo y compañero Asier Etxeandia fue a dar apoyo moral a Blanca Portillo. Ambos comparten escenario con la actriz en el montaje del Hamlet de Shakespeare en Madrid vestidos por un David Delfín que tampoco se ausentó.

Algunos políticos también van al cine

La representación institucional vino por parte de la ex presidenta de la academia, Marisa Paredes y de la actual, Ángeles González Sinde. Tras ellas, los políticos. Ya sobre las ocho y media de la tarde habían anunciado su llegada dos personalidades. Los más imaginativos esperaban a Zapatero. Los más escépticos optaban por un rostro que no perteneciera a la Moncloa y por César Antonio Molina, actual titular de Cultura. Su presencia era una de las apuestas de todos los presentes, y no era para menos, ya que el Ministerio había apoyado la película desde sus inicios.

Una hora después, sobre las nueve y media, se confirmaba el nombre de la otra figura política: Trinidad Jiménez, que aparecía vestida de negro y esperaba de forma paciente a la llegada del ministro para posar juntos ante los medios de comunicación que se congregaban –y se empujaban de vez en cuando– en una sala que se quedó pequeña ante tanta expectación.

Los Bardem, de estreno sin Javier

Como era de esperar, Javier Bardem y su mutismo sobre su relación con Penélope Cruz se quedaron en casa. A cambio, el resto de la familia acudió a apoyar la película de Pedro. Allí estaba Pilar Bardem junto a su hijo Carlos, que se paseó con su novia, Dafne Fernández, una de las muchas que se atrevió con tacones no ya lejanos, sino imposibles.

En esa carrera de tacones, sin duda, la ganadora fue Blanca Romero, ex de Cayetano Rivera, que se colocó unos zapatos de esos que algunos califican de imposibles y fue capaz de caminar con ellos. Es lo que tiene haber sido modelo antes que actriz. Pero ni con esas llegó a la altura de Bibiana Fernández, que no falló a su Pedro.

Cómo no, Asdrúbal también estuvo allí. Por esas cosas de la vida, cuando iba a saludar a su amada Bibiana, un espontáneo se cruzó en el camino, por lo que la actriz se preparó para posar y dejó los saludos para otro momento, hasta que una palmada en aquel lugar en el que la espalda pierde su casto nombre, por parte de su ex, le hizo salir de su ensimismamiento. Tener confianza con tu ex pareja también tiene sus inconvenientes.

Tras infinidad de invitados, múltiples posados –como el que protagonizó Rossy de Palma con un “me quedo aquí hasta que venga alguien”– la expectación iba creciendo por momentos. Se acercaba la hora en la que Blanca Portillo, Lluis Homar, Pedro –¡Pedrooo!– y Penélope –‘Pi’, para los americanos– iban a hacer su aparición.

A las diez de la noche llegó el esperado momento. Los gritos de los fans enfervorizados tras las vallas alertaban de su presencia. Sonrisas a uno y otro lado, gracias y un traje negro, largo hasta los pies que Penélope se levantó para dejar ver lo que parecían unos zapatos de Jimmy Choo para dejar contento a todo el mundo. Ellos eran felices en especial, pues veían como la película estaba en boca de todos, gracias a una conjunción que parece estar triunfando en todo el mundo, quizá, en gran medida, por la complicidad entre estrella hollywoodiense y director.

Esa complicidad quedó plasmada en el disimulo con el que Penélope dio sus consignas al manchego. Un abrazo y un beso en la mejilla para aprovechar y darle las pautas necesarias a su ‘jefe’ al oído. Y es que hay temas que es mejor dejar claros antes de pasar por la prensa aunque ya la tengas a tus pies de antemano. ¿No han visto la película? Habrá que preguntarle a Carmen Maura, Verónica Forqué y alguna que otra chica Almodóvar que les ha parecido la última obra de este director, que ya va camino de convertirse en mito. ¿La habrán visto ya? En el estreno seguro que no.

Era el estreno del año. Cualquier celebrity que se preciara tenía que estar invitada al acto y aparecer en ese photocall. Los ‘oscarizados’ iban a presentar su nueva película, un filme que ya tiene opiniones para todos los gustos, pero que no ha dejado indiferente a nadie.