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La Infanta Elena, sola en Baqueira-Beret
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La Infanta Elena, sola en Baqueira-Beret

Desde que se separó oficialmente de Jaime de Marichalar, la Infanta Elena ha retomado sus antiguas aficiones. No sólo comparte sus momentos de ocio con sus

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La Infanta Elena, sola en Baqueira-Beret

Desde que se separó oficialmente de Jaime de Marichalar, la Infanta Elena ha retomado sus antiguas aficiones. No sólo comparte sus momentos de ocio con sus amigos de toda la vida, sino que ha intensificado su pasión por la hípica y el esquí. Por ello, y aprovechando que no tenía actos oficiales, la primogénita real pasó el pasado puente de San José en la estación de esquí de Baqueira-Beret, uno de sus rincones favoritos y que frecuenta siempre que puede.

Aunque el día 18 de marzo era su aniversario de boda -todavía no ha iniciado los trámites para legalizar su separación matrimonial-, la duquesa de Lugo cogió todos sus chismes y se plantó en la estación catalana con sus dos hijos, Victoria Federica y Felipe Juan Froilán. Los niños no tenían ‘cole’ en el puente ya que había fiesta en la enseñanza. A ella también le debieron dar fiesta en su trabajo para la Fundación Mapfre. El viernes no tenía que ocupar su despacho.

En Baqueira se dedicó a lo que más le gusta: descender por las colinas blancas del Pirineo acompañada de sus esquís. Cuentan los que la vieron que la Infanta estuvo sola. No estaba acompañada por sus amigos, como en ocasiones anteriores. Tampoco se pasó por la estación su hermana Cristina, otra incondicional del blanco deporte. Pero no importó. Doña Elena mitigó su soledad a base de dedicar todo su tiempo al esquí, quizás conocedora de que la temporada llegará más pronto que tarde a su fin.

Pero no son los únicos que han disfrutado de este deporte durante el puente. Los Príncipes de Asturias tampoco tuvieron actos públicos, por lo que se dedicaron en cuerpo y alma a sus pequeñas. Sin embargo, no estaban solos. Según cuentan, don Felipe y doña Letizia podrían haberse decantando por un destino más internacional. Algunos aseguran haberlos visto en algún rincón de los Alpes esquiando con un grupo de amigos. En ocasiones anteriores, también aseguran que han estado en Austria y Canadá con los mismo fines.

El esquí también es una de las pasiones de don Felipe, que adora deslizarse por las pistas blancas de Baqueira. A Letizia no le gusta este deporte. Y es que le producen pánico los fotógrafos que frecuentemente visitan esta estación. La nuera real se siente insegura con su nivel de esquí, ya que aprendió este arte tan real cuando conoció al heredero. En cambio, el príncipe adora esquiar, aunque desde que se casó no ha vuelto a poner un pie en Baqueira. Y lo que le queda.

Desde que se separó oficialmente de Jaime de Marichalar, la Infanta Elena ha retomado sus antiguas aficiones. No sólo comparte sus momentos de ocio con sus amigos de toda la vida, sino que ha intensificado su pasión por la hípica y el esquí. Por ello, y aprovechando que no tenía actos oficiales, la primogénita real pasó el pasado puente de San José en la estación de esquí de Baqueira-Beret, uno de sus rincones favoritos y que frecuenta siempre que puede.