El cumpleaños íntimo de Vicente Boluda

El domingo por la noche los informativos de casi todas las cadenas de televisión abrieron con la noticia de la ratificación como presidente del Real Madrid de Vicente Boluda. Una noticia que se escapaba de la información meramente deportiva tras el escándalo de la asamblea anterior, que supuso la dimisión de Calderón. Y si esa noche fue la estrella mediática del momento, el día después continuaba en el candelero (que no candelabro) aunque sin aparecer públicamente.

 

La pregunta del millón que se hacían sus seguidores, pero sobre todo los informadores deportivos era “¿Dónde está Boluda?”. Algo así como la versión del cómic de los noventa Buscando a Wally. En este caso, Buscando al presi. Y el protagonista del momento prefirió pasar desapercibido y cenar en un domicilio privado del barrio de Salamanca madrileño prácticamente en la intimidad. En total siete personas. El anfitrión, el empresario y cinco mujeres a las que veía por primera vez y con las que celebró su 54 cumpleaños.

 

Con ellas compartió aperitivo a base de champán y jamón. Tras ese primer cara a cara, la cena y una sobremesa que se alargó hasta pasadas las doce. A esa hora, el presidente, tal que fuera Cenicienta, se despidió. En el transcurso de la noche Boluda habló como era esperable del Real Madrid, de las próximas elecciones, de las candidaturas y de los candidatos. Pero quizá la parte más interesante resultó ser la personal.

 

Explicó lo mal que lo pasa cuando le piden autógrafos, lo que ha significado para él que la gente le reconozca por la calle, lo mucho que le gustan las Fallas aunque ya no se vista como hacía cuando era más joven, la admiración que siente por José Tomás y lo bien que lo pasó la Princesa Letizia en el encuentro España-Turquia. La nuera real es mucho más futbolera que su marido. Mucha información ajena al deporte.

 

El señor Boluda no tuvo que improvisar titulares en este encuentro sorpresa con las cinco mujeres. Periodistas para más señas (Rosa Villacastín, Beatriz Cortázar, Carmen Valiño y servidora), ajenas profesionalmente al fútbol pero no personalmente porque somos  forofas del Atlético, del Barça y, por supuesto, del Madrid. Por cierto, el señor Boluda reconoció que había sido una cena de cumpleaños casi perfecta y sin tensión.