Fran Rivera no asistirá al homenaje a su padre

Nadie puede dudar a estas alturas que Francisco Rivera es uno de los toreros más conocidos entre aquellos que nunca han pisado una plaza de toros. Quizá por ello uno de los temas que menos se tocan cuando se inicia una conversación sobre él en determinados círculos, es su destreza con el capote. Al menos eso sucedía hasta hace unas semanas, cuando el Ministerio de Cultura le eligió para recibir la Medalla al Mérito de las Bellas Artes.

Tras el escándalo surgido por las declaraciones de algunos toreros en contra de ese galardón, Fran recibió el apoyo de muchos otros, entre ellos, como no, el de su hermano. Estaba también el de quien fuera su padrino el día que tomó la alternativa: Espartaco. El diestro sevillano se preguntaba hace un tiempo cuál podría ser el motivo por el que Fran no se mereciera ser premiado con ese galardón (Ver entrevista). En medio de toda la polvareda, van Paco Camino y José Tomás y dejan la medalla que les había sido concedida a ellos en señal de protesta.

Fran Rivera ya no dice nada al respecto. Él se queda con el premio, aguanta el chaparrón cuando le preguntan por su vida privada y continúa con sus apariciones fuera de la arena del ruedo. El último, apoyar el lanzamiento de la última colección de Olimpo. El torero lleva colaborando como ‘embajador’ de la firma un par de años y se mostró encantando de acudir al evento.

Allí, posó sonriente para los medios. Fue paciente, aunque bromeó con los fotógrafos por el tiempo que pasó ante los objetivos soportando un flash tras otro sobre los ojos. “No me puedo creer que no haya salido ni una foto buena”, decía en tono jocoso mientras se preparaba para seguir posando. De Elizabeth Reyes y del supuesto enfriamiento de su relación, ni palabra, ya que dice que aunque algunos no lo crean tiene “vida privada”.

Francisco no habla de su vida amorosa ni de cómo se siente. Sólo cuenta que el fin de semana pasado, que aprovechó para estar con su hija, también tuvo tiempo de ver a la duquesa de Alba, que se recupera a la perfección tras su intervención quirúrgica. Dice de ella que es alguien a quién quiere mucho y que está feliz por ver que “está llena de vitalidad y de ganas de vivir”.

Tras las fotos, toca hablar con los periodistas. Aunque no demasiado. El torero se explaya al hablar sobre la nueva colección, inspirada en la Antártida y que el propio diestro confesó que se pondría en cualquier momento. “Soy muy de azul”, decía para Vanitatis mientras elegía una camisa del atrezzo situado en la discoteca Pachá para la presentación.

Del toreo y la herencia familiar

En esa puesta de largo de la colección Mediterráneo-Antártida también se rendía homenaje al torero. Según reza la propia nota de prensa del evento, ese honor le viene dado “por la distinción de la que ha sido objeto en las últimas semanas, sumándose así a todas las personas que le apoyan, respetan y admira en su faceta profesional y artística”.

Volviendo al mundo del toreo, dice que vestirse para salir a la calle nada tiene que ver con saltar a los ruedos. Ya que comenta que “cuando uno se viste de luces se viste para algo más que para torear”. “Uno se viste para asumir unos riesgos y unas responsabilidades”, nos cuenta. Algo que sabía que quería hacer desde muy niño, prácticamente “desde siempre”. Aunque en su caso es algo “que se lleva en la sangre”.

Sobre la medalla sólo comenta que está “muy feliz”, una alegría que su hermano comparte con él. Aunque nos quedamos sin saber si lo percibe como un premio personal o como el reconocimiento a toda una saga. Tampoco sabemos los motivos por los que no acudirá al primer Memorial Francisco Rivera Ordoñez. Un festival dedicado a la memoria de su difunto padre que se celebrará el próximo día 5 de abril en la localidad gaditana de Zahara de los Atunes. Según publicada El Burladero, ni Fran ni su hermano Cayetano acudirán al festival en el que, por esos intrincados callejones de las plazas, sí que estará Morante de la Puebla.