La desbandada de la Familia Real

El cambio de domicilio de los duques de Palma a Washington se ha convertido en tema recurrente de cualquier reunión que se precie. En algunas de las tertulias políticas y económicas más serias, la portada de la revista ¡Hola! ha sorprendido. Y no deja de ser curioso que los comentarios más desfavorables vienen precisamente de esos sectores que se supone controlan poco las publicaciones del corazón. Y los hay de todo tipo. Desde los que consideran que es una especie de desbandada borbónica que se inició con la ausencia de las dos Infantas en la misa de Pascua, hasta los que valoran y razonan el megasueldo que recibirá el yerno real (Ver noticia) y, por supuesto, los incordiones que nos preguntamos con este traslado allende los mares cuáles son las obligaciones de una Infanta de España y su papel institucional.

 

En cambio, en las convocatorias frívolas y elegantes (me niego a definirlas como glamorosas) el personal se muestra mucho más abierto a los cambios estructurales de la Primera Familia y, por lo tanto, no se sorprenden de la aventura norteamericana de los Urdangarines. Y así se comentaba en la convocatoria de los Joyeros Durán (Ver álbum) para presentar en su joyería madrileña las piezas más emblemáticas del Universo Bulgari, que no son otra cosa que los brillantes de toda la vida recreados en diseños novedosos y, por supuesto, los relojes. Algunas de las piezas de la muestra eran muy parecidas a otras que suele lucir el Príncipe Felipe en su muñeca. El Rey, en cambio, es más Patek Philippe y Audemar Piguet. De esta firma tiene la Princesa Letizia el modelo millenary regalo de su marido que cuesta un congo.

 

Según Alfonso Durán, alma, corazón y vida de la fiesta,”la crisis se nota en todos los ámbitos, pero es cierto que hay gente que invierte en piezas importantes porque una buena piedra tiende a devaluarse más lentamente”. Y así lo captaron desde los guapos oficiales como Jon Kortajarena y Eloy Azorín a la versión femenina con Marta Torné, María Botto, Lola Marceli o Ana Milán pasando por Juanjo Puigcorbé, Rubén Domínguez, María Rosa, la diseñadora Marili Coll, Patricia Cruz Orad (Bulgari) y Carmen Lomana, que ha creado tendencia y tiene su club de fans que se autodenominan “los lomanistas”. Algún día hablaremos de ella y de cómo una VIP le quiso robar el novio.

 

Tras la presentación y durante el cóctel, servido por Medems (espléndido y sugerente gracias al buen hacer de Jorge Aguilar y Michel de Fuentes) el traslado familiar de la Infanta Cristina volvió a ser tema de conversación. A esas horas pocos cuestionaron la idoneidad del viaje. Quizá el cava y las delicatessen tuvieran mucho que ver con la suavidad de pensamiento. El interés se centró en la portada de ¡Hola!. Varias versiones para una misma historia. En un corro aseguraban que la filtración de la noticia había molestado a la Infanta Cristina, que no quería que se supiera con tanta antelación sus proyectos. Otro grupo confirmaba (“de fuente muy directa”, decían) que había sido la propia Casa Real, precisamente para calibra el impacto mediático. Y un tercero, el más rebelde, que manifestaba que como ocurre últimamente con las noticias privadas relacionadas con la Familia “les han pillado con el pie cambiado y sin tiempo para reaccionar”.

 

El caso es que aún quedan muchos meses por delante y mucha lana que cortar. Si se confirma que el traslado de Urdangarin es para cuatro años, ¿cuáles serán las obligaciones  institucionales de la segunda hija de los Reyes? No me la imagino volando varias veces al mes, y eso que los billetes en Iberia salen gratis total .Por cierto, el duque de Lugo (que lo sigue siendo hasta que el divorcio no sea oficial) tiene aún este privilegio que supone viajar en bussines y gran class en la que fuera compañía bandera. Aunque parece que hay cierto malestar porque el aún yerno real no suele avisar cuando cancela un desplazamiento con el consiguiente perjuicio económico al no poder ofertar los asientos.