El modisto que Marichalar no quiso
La carrera del modisto Petro Valverde está indudablemente ligado a la realeza. Pero después de 30 años dedicado al mundo de la moda ya no le
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La carrera del modisto Petro Valverde está indudablemente ligado a la realeza. Pero después de 30 años dedicado al mundo de la moda ya no le hace falta recordarle a nadie que él fue quien diseñó el vestido de boda de la Infanta Elena cuando contrajo matrimonio con Jaime de Marichalar. Aquel fue el colofón a diez años de relación con la hija mayor del Rey Don Juan Carlos.
La discreción de la que hace gala Petro Valverde ha hecho que nunca haya dado que hablar ni cree polémicas de ningún tipo, aunque quienes le conocen aseguran que le dolió que tras el matrimonio con Marichalar, este decidiera no contar con él justo en el momento en el que la Infanta comenzó a evolucionar en su vestuario y empezó a alabarse su estilo. En aquellos momentos Marichalar estaba muy fuerte, Elena, efectivamente muy elegante siempre con modelos extranjeros, pero no hacía patria.
De cualquier modo, Petro Valverde es un hombre que trabaja duro y que se siente orgulloso de su trabajo y de su equipo, sin quienes dice “no sería nadie”. Vanitatis ha hablado con él tras el cierre de uno de sus desfiles, aunque dice que ya ha empezado con el siguiente. Perfeccionista y cuidadoso cuenta que al día siguiente del cierre hace “una recopilación de defecto más que de efecto” ya que, según nos cuenta, le gusta "buscar los fallos para mejorar para el año siguiente”.
Esa búsqueda de la perfección le ha llevado no sólo a convertirse en uno de los mejores diseñadores de trajes de novias en nuestro país y a vestir a la Infanta, sino también a contar entre su cartera de clientes con nombres como el de destacados miembros de la familia real jordana. El diseñador sevillano se deshace en elogios hacia los jordanos. Dice que son “encantadores, educados y cariñosos” algo que prueba cuando acude a su cita con ellos, lo que suele darse dos veces al año.
Un costurero de princesas
Aunque no es amigo de utilizar a sus clientes para publicitarse, si reconoce a quienes viste cuando se le pregunta. Una de sus más fieles clientas es la princesa Alia, también la princesa Muna, suegra de Rania, cuenta con él para su fondo de armario. Dice que le gustaría mucho “vestir a Rania”, una mujer a la que le pondría “cualquier traje”, porque se trata de una persona “muy elegante”.
El mismo calificativo utiliza para la Princesa Alia, de quien dice que “en España le hacemos menos caso porque está como a la sombra” de su cuñada. Con ella es con quien mantiene una relación profesional desde que se conocieran “hace cosa de ocho años”, nos comenta, en “un desfile benéfico en Marbella”.
Desde ese momento se ha convertido en uno de los imprescindibles de estas dos Princesas a las que va a probar los trajes a Jordania o a Londres, aunque, según confiesa, “prefiero ir a Jordania que a Londres, porque me gusta mucho ese país”. En Jordania se siente como en casa, aunque recuerda los nervios del primer viaje para realizar las pruebas a Muna y Alia. Dice que vestirlas en un orgullo y con respecto a Rania tiene sus dudas, “a ella no he llegado nunca, no sé si llegaré algún día”, nos comenta. Pero lo hace sin pesar, consciente de que tiene muchas otras clientas ilustres a las que no decepciona.
Petro Valverde es de los pocos que se atreve a hablar sin tapujos del estilo de la Princesa de Asturias a la hora de elegir vestuario. Dice de doña Letizia que “está cogiendo ya una línea”, un estilo propio en el que el modisto opina que “ha encontrado el camino y el perfil justo, y yo la encuentro muy interesante”.
Sin embargo, pide que se le dé tiempo a la esposa del heredero al trono español para que halle justo lo que está buscando. Afirma que aún sufrirá cambios ya que “evolucionará con los tiempos igual que evolucionamos todos”, ya que según dice, “ella es una persona más, verás una foto de ella dentro de veinte años y te parecerá que iba mal”, pero eso es algo que, concluye, “nos pasa a todos”. Por eso, para que no le pille el toro, a pesar de su extensa carrera, el sigue evolucionando. Se despide de nosotros y de la pasarela hasta dentro de unos meses. Ahora volverá a encerrarse en su taller para seguir creando para que “la mujer real” y no la modelo encuentre entre sus diseños una forma de sentirse cómoda y elegante.
La carrera del modisto Petro Valverde está indudablemente ligado a la realeza. Pero después de 30 años dedicado al mundo de la moda ya no le hace falta recordarle a nadie que él fue quien diseñó el vestido de boda de la Infanta Elena cuando contrajo matrimonio con Jaime de Marichalar. Aquel fue el colofón a diez años de relación con la hija mayor del Rey Don Juan Carlos.