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La chica que destruyó a Berlusconi
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La chica que destruyó a Berlusconi

El matrimonio de los Berlusconi hacía tiempo que no era cosa de dos, ni de tres, ni de cuatro… Y es que el presidente italiano siempre

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La chica que destruyó a Berlusconi

El matrimonio de los Berlusconi hacía tiempo que no era cosa de dos, ni de tres, ni de cuatro… Y es que el presidente italiano siempre estaba alabando la belleza de alguna modelo o política que, por supuesto, poco tenía que ver con su esposa, que leía las explosivas declaraciones de su marido en la prensa. Hasta que se cruzó en su vida una joven rubia, exuberante, con ganas de triunfar como modelo… que hundió definitivamente a la mujer de Silvio Berlusconi, Veronica Lario, que inmediatamente pidió el divorcio.

 

La joven en cuestión es Noemí Letizia, que según ha contado a la prensa tuvo una relación sentimental con el político. Lo que más ha escandalizado no es que el presidente haya echado una canita al aire con esta joven -si es que ella cuenta la verdad-, sino que la chica en cuestión cumpliera 18 años hace tan sólo unos días. Para verla soplar las velas estuvo presente el mismísimo Silvio. ¿Y quién es la joven que ha arruinado el matrimonio de los Berlusconi tras tres décadas de inestable matrimonio?

 

Noemí Letizia es una chica de Nápoles con muchas pretensiones de convertirse en estrella televisiva. Alta y rubia, ha participado en numerosos concursos de belleza para lograr su sueño, aunque seguro que Berlusconi es el mejor pasaporte para lograr la fama. Pese a ello, trabaja en una perfumería. Esta chica es hija de un empresario amigo de Berlusconi desde hace tiempo. Según ha confesado, conoció al presidente en un acto político hace tiempo.

 

Hace unas semanas celebró su cumpleaños en su apartamento de Nápoles. Silvio, ejerciendo de galán de turno, le regaló un bonito collar de oro con un brillante, un regalo con un gran valor simbólico. Letizia ha reconocido que lo suyo con Berlusconi iba más allá de una simple amistad. Ella llamaba habitualmente al político “papi” e iba a verlo con frecuencia a Milán o Roma porque “el pobre” no podía visitarla siempre en Nápoles.

 

Sólo amigos

 

Berlusconi no sabe cómo hacer frente al desliz. En un primer momento, y para quitar hierro al asunto, dijo que fue el padre de la joven, “una amigo mío desde hace muchos años”, el que le llamó “y cuando supo que aquel día iba a estar en Napoles insistió para que pasara, sólo dos minutos, a la fiesta de cumpleaños de su hija”. Y sólo con esa llamada le dio tiempo a visitar una joyería y llevarse el collar. Por ello, Berlusconi cree que su mujer ha caído en una trampa mediática. Sin embargo, parece que no va a cambiar de opinión y que el divorcio es inmediato.

 

Veronica Lario se ha cansado de las supuestas infidelidades y faltas de respeto de su marido. Y es que no hay que olvidar que ella llegó a su puesto como Letizia. Hace más de tres décadas era una aspirante actriz sexy y de mirada felina, mientras que Berlusconi ya era un magnate casado con Carla dall’Oglio. La pasión entre Lario y Berlusconi se desató en la antigua villa Bortelli, sede de Fininvest, en Milán, y fruto de ella en 1984 nació su primera hija, Barbara. Un año después llegó el divorcio de su primera mujer y a continuación el nacimiento de otros dos hijos, Eleonora, hoy de 22 años y Luigi, de 20.

 

Pese a que ella siempre optó por la discreción, en los últimos años había decidido airear sus intimidades en los diarios de la oposición. En 2007 exigió a su marido disculpas públicas cuando dijo que se casaría con María Carfagna, una ex Miss a la que había nombrado ministra. Hace poco llegaron las candidatas florero a Europa, cosa que también reprobó en público. Y luego el escándalo de Noemi Letizia, el que ha hundido definitivamente un matrimonio tocado desde hace años. Aún así, y casi con los papeles de divorcio en la mano, Berlusconi sigue insistiendo que Lario le tiene que pedir perdón públicamente y que se ha dejado instrumentalizar por la izquierda. La reconciliación está muy lejos.

El matrimonio de los Berlusconi hacía tiempo que no era cosa de dos, ni de tres, ni de cuatro… Y es que el presidente italiano siempre estaba alabando la belleza de alguna modelo o política que, por supuesto, poco tenía que ver con su esposa, que leía las explosivas declaraciones de su marido en la prensa. Hasta que se cruzó en su vida una joven rubia, exuberante, con ganas de triunfar como modelo… que hundió definitivamente a la mujer de Silvio Berlusconi, Veronica Lario, que inmediatamente pidió el divorcio.