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La nueva vida de la Infanta Elena
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La nueva vida de la Infanta Elena

La Infanta Elena comienza una nueva vida lejos del Barrio de Salamanca. La primogénita real ha estrenado ya su nueva residencia, un superático en el que

Foto: La nueva vida de la Infanta Elena
La nueva vida de la Infanta Elena

La Infanta Elena comienza una nueva vida lejos del Barrio de Salamanca. La primogénita real ha estrenado ya su nueva residencia, un superático en el que ha invertido mucho tiempo y dinero. Con la mudanza ya hecha, la hija de los Reyes finaliza un ciclo de cambios que comenzó el mismo día que anunció el “cese temporal de su convivencia” con Jaime de Marichalar, con el que todavía no ha comenzado los trámites de divorcio.

El pasado verano, la Infanta se compró un ático en el barrio del Niño Jesús de Madrid para establecerse en un lugar de forma prolongada. Se trata de una casa de 468 metros cuadrados, con cinco dormitorios, cuatro cuartos de baño, salón, comedor e, incluso, zona de servicio. Por este megapiso, dicen que llegó a pagar alrededor de 1.800.000 euros, una cifra al alcance de unos pocos. Y es que comparte bloque con gente como Celia Villalobos, Lina Morgan y Marcos García Montes.

Desde que compró el piso, doña Elena ha estado muy pendiente de adecuarlo a las necesidades familiares. Por ello, ha sometido el ático a una larga reforma antes de mudarse hace tan sólo unos días. Desde antes de Semana Santa, la Infanta ya comenzó a llevar cosas a su piso. De hecho, muchos pensaron que no asistió a la misa de Pascua en Palma de Mallorca porque estaba ultimando los detalles para instalarse en su pisito. La verdad es que estaba con unos amigos en Andalucía, aunque su residencia estaba prácticamente lista.

La decoración también ha sido uno de los puntos fuertes de su nueva residencia. De ella se ha encargado Jaime Fierro, su amigo y confidente que falleció a principios de mayo. Fierro era uno de los allegados y mejor amigo de la primogénita Borbón. La había ayudado desde el principio de su matrimonio, cuando le alquiló un piso en el Barrio de Salamanca para vivir tras su regreso de París. Tras el divorcio no sólo mantuvo la amistad, sino que se convirtió en su particular paño de lágrimas.

Anteriores casas

Desde su infancia en el Palacio de la Zarzuela, pocas han sido las residencias de la Infanta. Tras casarse con Jaime de Marichalar, doña Elena se instaló en París, donde trabajaba su marido por entonces. A su vuelta, en vez de ocupar un chalé a las afueras de Madrid como muchos pensaban, se instaló en el Barrio de Salamanca, zona que el duque de Lugo adora. Aquí permanecieron gran parte de su matrimonio. Siete meses antes de separarse oficialmente, la pareja se compró una casa propia en la callé Núñez de Balboa. Se trataba de un tríplex que en la actualidad ocupa Marichalar.

Y llegó la separación. Cuando la relación hizo aguas, la Infanta Elena cogió todos sus chismes y a sus hijos y se mudó a un chalecito en la Colonia Fuente del Berro. De la decoración de esta residencia también se encargó Jaime Fierro, que adecuó las estancias a las necesidades de su amiga. Sin embargo, ahora la hermana de don Felipe y sus hijos comienzan una nueva vida en la casa de sus sueños. Esperemos que sea la definitiva.

La Infanta Elena comienza una nueva vida lejos del Barrio de Salamanca. La primogénita real ha estrenado ya su nueva residencia, un superático en el que ha invertido mucho tiempo y dinero. Con la mudanza ya hecha, la hija de los Reyes finaliza un ciclo de cambios que comenzó el mismo día que anunció el “cese temporal de su convivencia” con Jaime de Marichalar, con el que todavía no ha comenzado los trámites de divorcio.