Chopard devuelve a Marbella su glamour

El glamour está por todas partes si se busca su destello. Y la anfitriona Caroline Gruosi-Sheufele, la gran alquimista del Savoir-Faire, supo con su varita de diamantes encontrar ese toque preciso y precioso en el Beach del Marbella Club. La ‘Noche de Chopard’ fue la velada donde se volvió a izar la bandera social del glamour. Marbella como un sueño de mar, sin aristócratas ancestrales, sin caras abrasadas por el bisturí, sin personajes ocultos bajo una sábana donde debajo no hay nada...

Marbella con su mar y una arena poblada de gente ‘guapa’, ‘divertida’, ‘joven’, todo un compendio de lo que necesita esta ciudad para volver a ser el escaparate internacional del mundo. Al menos así fue por una noche, como en los cuentos, donde el narrador podía ser Jean-Louis Mathieu, el genio de las relaciones publicas. Allí donde se posa este ‘gran hombrecillo’ está el éxito asegurado.

Los invitados fueron llegando puntuales a su cita. Caroline logró convocar a un grupo de celebridades de primera fila. Sólo ella es capaz de conseguir que un compendio sencillo de gente sin alharacas brille bajo la luz de la luna igual que sus joyas. Chopard ha elegido Marbella como la tercera ciudad española donde abrir boutique oficial después de Barcelona y Madrid, y se está planteando la posibilidad de celebrar el próximo año su 150 Aniversario en esta ciudad.

“No hemos notado en demasía la crisis”, alegaba su maestra de ceremonias, “tal vez en el mercado americano lo habremos notado más, pero en Europa no tanto”. Y sin crisis de ningún tipo se alargaban por la alfombra roja la nueva colección ‘Red Carpet’ en los cuerpos de modelos que parecían la lluvia de estrellas perseidas que próximamente iluminaran el cielo estival.

La modelo Eugenia Silva fue otra de las estrellas de la noche, que brilló con su vestido de Armani color crema y con sólo unos artes de aro, tal vez influenciada por las mujeres malinesas a las que acaba de visitar en el país africano junto a su amigo Iker Casillas. “Ha sido una experiencia increíble. Queremos volver a repetirla en otro lugar... De momento tengo poco tiempo. Me marcho esta semana a Nueva York... No paro”. La modelo lleva viniendo a Marbella desde pequeñita. “Esto me encanta, pero no puedo tirarme aquí de parón todo el tiempo… Estaré viajando”. Cuando le preguntaron por Alfonso de Borbón, ella dijo con elegante sonrisa: “Yo he venido aquí a hablar de Chopard”.

Ahora quiere emprender una nueva andadura y dedicarse a la producción de películas en Hollywood. “Es una aventura que me gustaría probar con una amiga que está en ese mundillo. No sé por qué pero me entusiasma la idea”. Su agenda ha estado siempre repleta de compromisos. Eugenia no ha parado de trabajar y más desde que alcanzase el calificativo de top model tras ser imagen de Escada y Clinique. Pero no sólo estas dos firmas han confiado en ella como la modelo para sus campañas. Cesare Paciotti, Loewe y Gianfranco Ferré son otras que han apostado por su look fresco y atractivo.

Noche de romance de Leticia y Francisco

Pero si esta noche de cuento, tuvo una reina, esa reina se llama Leticia. Y como todas las reinas reales de los cuentos pasó con total discreción al lado de su enamorado Francisco Ortiz. Sin duda alguna, Leticia Hachuel será la “heredera de todas las portadas del papel cuché”, como así fue su futura suegra durante décadas y décadas. Y es que la flamante nuera de Gunilla Von Bismarck lo tiene todo para triunfar. Francisco y Leticia están enamorados hasta la médula. No hay más que ver las miradas que se dedican el uno al otro. Nada que ver lo de esta chica con las guapas mundanas habituales: la primogénita de Jacques Hachuel tiene el don de la perfección. La chica es bella, inteligente, lleva los negocios del imperio de su padre y para colmo de lindezas es rica, muy, muy rica.

En definitiva, que el hijo de Gunilla le ha entregado su corazón: larga vida al césar. Hasta anoche no han querido posar juntos y eso que el romance viene del verano pasado. En la gala de la Paz, en la que se reunieron las familias judías de la costa del sol donde estaba el socio de su padre Marc Rich, les pudimos ver juntos por vez primera. Iban acompañados de la tía y de los hermanos de Leticia (Jacques y Marta). “Por favor no me hagáis la foto”, suplicaba Leticia con carita de terror. Francisco la protegía. Y así lo hicimos. Dejamos que el romance fuera creciendo. Ayer, la chica se prodigaba en agradecimientos: “Gracias, mil gracias, por no sacarme en la foto el pasado verano. Ahora ya empiezo a acostumbrarme a los flashes, pero es algo que me cuesta”.

Su padre Jacques Hachuel, un hombre suficientemente conocido en los ambientes financieros pero perfectamente desconocido para el hombre de la calle, parece que ve con buenos ojos la relación de su hija con el benjamín de los Bismarck. El empresario es una de esas grandes fortunas que pululan por Madrid en el mejor de los anonimatos. Se le estima en medios bancarios madrileños una fortuna que puede superar los cien millones de dólares, levantada fundamentalmente con el comercio internacional de materias primas, especialmente crudo petrolífero en sus años buenos. Un dato: suegra y nuera eligieron el mismo color para el evento: azul petróleo. Gunilla aseguró que la turquesa que portaba como gargantilla, esta vez sí, era suya, no de alquiler.

Las hijas de la novia de Felipe González

Begoña Trapote y su esposo no faltan a ninguno de los eventos que organiza la casa suiza. Esta vez venían acompañados Micaela y Lucia, las dos bellas hijas de Mar García, actual pareja del ex presidente Felipe González, que pasan unos días con su tía en la villa de la Milla de Oro. Las dos adolescentes posaron bajo los flashes. “Mi madre no ha venido porque no quiere entrar en este rollo de la revistas, y hace muy bien”, decían.

La organización había anunciado que la pareja asistiría a la fiesta, pero a última hora se echaron atrás y prefirieron ver los fuegos artificiales de Chopard desde la terraza de casa. Las hijas de Mar están encantadas de ver a su madre feliz al lado del político socialista. Y Begoña no digamos. Toda una anfitriona en su hacienda de verano.

Muy cerca de 'Red Carpet' de Chopard, de zafiros de colores y diamantes posaron los Segura. El que es, según afirmaba Tita Cervera, el padre de Borja Thyssen, Manolo Segura, apareció con su joven esposa Mari Paz Pastor. Nada de preguntas sobre las paternidades. Solo elogiar los encantos de la ciudad aprovechando su estancia en Marbella, donde se encuentra disfrutando de unos días de descanso. Mientras todo esto sucedía, la luna se iba escondiendo tras las nubes y los brillos de Caroline, al igual que los de Coraline en su mundo, se fueron apagando. Esa luna que embruja a quién la mira con ojos melancólicos y envolventes.