Es noticia
Menú
Alfonso Díez supera la prueba del algodón
  1. Noticias
NOTICIAS

Alfonso Díez supera la prueba del algodón

Ha pasado más de un año desde que Alfonso Diez se convirtiera en ornamento oficial en la vida de la duquesa de Alba. Primero fue su “entrañable

Foto: Alfonso Díez supera la prueba del algodón
Alfonso Díez supera la prueba del algodón

Ha pasado más de un año desde que Alfonso Diez se convirtiera en ornamento oficial en la vida de la duquesa de Alba. Primero fue su “entrañable amigo”. Definición acuñada por Cayetana y notificada a través de comunicado a los medios, siguiendo la tónica habitual en esta relación tan especial. Después pasó a ser ya novio oficial con derecho a viajes, chófer (para traslados del AVE) y habitación en el palacio sevillano. Si comparten alcoba, eso es asunto suyo.

Con la primavera, llegó la posibilidad de una boda secreta, donde el funcionario figuraría legalmente en libro de familia como tercer marido. No pudo ser, pero no por ganas de la duquesa y del propio Díez. Según explicó en la exclusiva correspondiente la “deserción marital”, fue un problema de defensa de blasones. “No haré nada que perjudique a la Casa” dijo la aristócrata. Y así fue. Hubo un momento crítico a raíz de la operación quirúrgica, donde la duquesa dio marcha atrás.

Rodeada de sus hijos y con la ausencia de Alfonso en el hospital, parecía que la ruptura estaba al caer. No cayó y en cambio se fortaleció. El punto negro de esta peculiar historia tenía que ver con la superprotección de la novia, que no enseñaba públicamente a su ornamento. Las imágenes siempre eran el resultado de un seguimiento y no de un posado de ambos, que seguramente será la próxima sorpresa. Tampoco existía el reconocimiento de los amigos que hasta el sábado pasado no conocían personalmente al “hombre que me hace feliz”, según sus propias palabras.

Y Cayetana lo organizó de tal manera que ninguno de los íntimos se puedo negar: Curro y Carmen Tello, el doctor Trujillo y su mujer Mara, Marta Talegón y Pascual Álvarez. En total ocho comensales. La reunión fue en la zona de invierno del palacio, que Cayetana tiene adecuada para ella. Dueñas es muy frío y no está acondicionado. Se abre en primavera y se mantiene así hasta que regresa de sus vacaciones de verano y después se cierra para pintar, remozar y restaurar los grandes espacios.

Su zona es una especie de apartamento con dos dormitorios, un salón, una galería, el despacho y el comedor. A las dos y media aparecieron los convocados. La mayoría comentaría mas tarde que Díez es mejor al natural, parece más joven y no tiene la cara de fugitivo con la que aparece en las televisiones. Estuvo atento y educado, pero sin pasarse. Al fin y al cabo, los que recibían eran él y su novia, o su novia y él, que el orden de los factores no altera el producto.

Al ser la mesa redonda, no hubo presidencia. El menú, sencillo, estuvo compuesto de pastel de marisco, solomillo y cóctel de almendras y fue servido a las tres de la tarde. Díez habló largo y tendido con el doctor Trujillo sobre la operación que le practicó a la duquesa, de lo milagroso de la recuperación y de la enfermedad que padece uno de sus hermanos. Alfonso está acostumbrado al lenguaje médico porque tiene amigos que ejercen esta profesión, además de familiares.

Tras el almuerzo, donde se habló de temas generales, otro poco de tertulia y los adioses de rigor. Al día siguiente, la pareja de enamorados viajó hasta Córdoba. Pasaron el día en El Carpio. En esta finca guarda sus caballos y era también su lugar preferido cuando pintaba sus cuadros naif. Los novios volvieron a Sevilla y Alfonso regresó a Madrid muy contento.

La  primera prueba del algodón parece que la ha superado. A partir de ahora será habitual ver al funcionario compartiendo actividad social y lúdica con su “porcelana”, que así la bautizó. En su día la duquesa declaró que no se iba a casar. Ahora los amigos no están tan convencidos de sus palabras. De ser novios a pareja de hecho hay un par de escalones y de ahí al matrimonio, nada. ¿Se imaginan cómo sería la boda de la más duquesa de las duquesas?

Ha pasado más de un año desde que Alfonso Diez se convirtiera en ornamento oficial en la vida de la duquesa de Alba. Primero fue su “entrañable amigo”. Definición acuñada por Cayetana y notificada a través de comunicado a los medios, siguiendo la tónica habitual en esta relación tan especial. Después pasó a ser ya novio oficial con derecho a viajes, chófer (para traslados del AVE) y habitación en el palacio sevillano. Si comparten alcoba, eso es asunto suyo.