Ellas los prefieren muy, pero que muy ricos

Bien sea traído del griego, 'titán de la inteligencia' o del inglés, chief executive officer, el acrónimo CEO viene al pelo para presentar a este grupo de altos directivos -los elegidos, los preferidos- de las damas más ambiciosas. Ellas los quieren para formar familia o sociedad, o ambas cosas. (Ver álbum)

La lista virtual de ricas 'cazafortunas' la encabezaría Donal Trump, o mejor dicho, su mujer, Melania Knauss, su mejor joya. Al multimillonario no se le pasó por alto la hermosura de la dama y ella tampoco le hizo ascos a las grandes fortunas de Trump y le acompañó, incansable, hasta la carrera que un buen día su marido emprendiera hacia la Casa Blanca.

De este fallido intento y de un matrimonio cuyo fastos aún se recuerdan, salió una Melania, ya de por sí querida y admirada, muy reforzada. Ella no duda en repetir que "no es una cazafortunas". No es fácil deducir quién caza a quien, porque si bien es cierto que la modelo eslovena se lleva a uno de los hombres más poderosos del mundo, éste, se se ha hecho con una de las mujeres más sexys del ídem.

Industria de piel canela

La revista Paris Match consideró en su día que la relación entre la actriz mexicana Salma Hayek y el multimillonario Francois-Henri Pinault es un cuento de hadas tipo Rainiero/Grace. Puma, Gucci y Fnac son tres eslabones de la bien engrasada cadena del grupo francés de distribución y artículos de lujo PPR, del que Pinault es la cabeza visible. Además, es poseedor de una de las seis colecciones privadas de arte, con más de 25.000 obras de grandes artistas.

Ella de tonta 'no tiene un pelo'. La bomba latina habla cuatro idiomas y, aunque determinado tipo de prensa (VSD) la tache de " mediolibanesa, mediomexicana", y de ser "sólo una gran sonrisa de metro cincuenta y siete", es la que, al fin, se llevó al altar a la tercera fortuna de Francia. Ahí es nada.

De empleada a 'señora de'

La empleada de Rupert Murdoch, Wendi Deng, sucumbió a los 'encantos' del magnate australiano de la comunicación y se casó en terceras nupcias con él. Le ha dado dos hijas, con las que el rico empresario suma seis.

Conservador, provocador y profético -"La consecuencia más importante de la querra de Iraq para la economía de Estados Unidos... serán los 20 dólares por barril de petróleo. Es más que cualquier reducción de impuestos en cualquier país", escribía en The Guardian-, es una de las grandes fortunas contemporáneas. La lista de periódicos que posee es interminable y cuando se enamoró del juego de Los Angeles Dodgers, decidió comprarlo. Su empleada Wendi debe estar más que contenta con un hombre así en casa.

Contigo, pan y cebolla

Cuando el tercer mayor consorcio del automóvil estadounidense, Chrysler, se declaró en quiebra, Juergen Schrempp y su mujer, Lydia, no se asustaron. Ya les pillaba 'de vuelta' porque en 2005, el que fuera creador de la fusión Daimler-Chrysler, confió el liderazgo del grupo a su sucesor Dieter Zetsche.

Lydia y su marido, a los que une la pasión por el dinero, los grandes coches, los viajes y la pintura, viven hoy tranquilos después de dedicar, él, 44 años a la empresa que le dio todo lo que posee. Y no es poco.

La lista sigue y sigue... Sumner Redson, Ceo de Viacom, Larry Ellison, cofundador de Orange Corporations, el presidente de la CBS, Les Moonves, T. Boone Pickens, magnate de la TexasOil, William Roach, presidente de UTS Energy o James Clark, fundador de Netscape...Hagan 'click' y disfruten con el más glamuroso trío: dinero, amor y ambición.