¿Por qué lo llaman cese cuando quieren decir divorcio?

En los tiempos que corren parece que aquello de que nada es para siempre que cantaban Presuntos implicados en una canción, era cierto. Nada dura eternamente, ni tan siquiera, según parece, las rupturas sentimentales. Hace unos años la infanta Elena y Jaime de Marichalar inauguraban el ya célebre ‘cese temporal de la convivencia’, y son muchos los que han seguido su estela para lograr poner de moda esta eufemística forma de finalizar algo.

Este fin de semana, mientras unos rezaban a la Virgen del Pilar y otros se bañaban en la playa aprovechando el inusual calor, Kyril de Bulgaria y Rosario Nadal decidían comunicar al mundo que daban por finalizado su matrimonio, al menos por una temporada. La Familia Real búlgara comentaba a través de su portavoz: "Lamentamos la decisión de que la pareja viva algún tiempo de forma separada y esperamos que superen las dificultades íntimas que sufren para reunirse de nuevo”.

Simoneta Gómez Acebo y Miguel Fernández Sastrón también han decidido darse un tiempo, aunque no saben cuánto. Hace unas semanas el propio Sastrón confesaba para Vanitatis que no sabía cómo definir su separación. “Es difícil hablar de periodo de reflexión, de cese temporal o de separación definitiva. Es difícil porque no lo sabemos. De momento estamos como estamos y lo que pase no lo sabemos ninguno de los dos. Posiblemente cese temporal es lo que más se aproxima a nuestra realidad” decía el empresario.

Y tenía razón. El término ruptura temporal es apropiado para ser aplicado a cualquier separación, incluso las definitivas, puesto que temporal no es solo aquello que no es eterno, sino también lo perteneciente o relativo al tiempo. Un tiempo que a los Duques de Lugo les dura ya cerca de dos años.

Arancha de Benito y el jugador del Real Madrid, Guti, que durante años mantuvieron su matrimonio en un ten con ten ya están divorciados desde hace unos meses tal y como adelantó en exclusiva este medio. Pero antes de ese divorcio hubo más de uno y de dos ceses temporales de la relación y hasta de la convivencia. Gajes del oficio, ya que llegó un momento en que decidieron decir adiós a una década de matrimonio sin adverbios de tiempo.

La política también estrena rupturas temporales

La temporalidad está de moda, nada es eterno, todo se muda, habría dicho la mística en estos tiempos. Es tan tendencia que incluso en la política lo utilizan para recomendar encarecidamente a determinados miembros de un grupo que lo abandonen hasta que las aguas vuelvan a su cauce. 

En el tan manido caso Gürtel se ha hablado del cese temporal del cargo de Ricardo Costa, segundo de a bordo del Partido Popular valenciano. Como bien apuntaba Antonio Casado en su columna en El Confidencial, el presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps le ofreció a Costa el sillón de descanso para que hiciera un alto en sus funciones de forma temporal por “órdenes de Génova”.