La baronesa Thyssen no ha perdido los papeles, se los han robado
La reacción de Carmen Cervera contra su hijo resulta inexplicable y de todo punto enigmático. Ayer por la mañana la baronesa acudía acompañada de su abogado a
La reacción de Carmen Cervera contra su hijo resulta inexplicable y de todo punto enigmático. Ayer por la mañana la baronesa acudía acompañada de su abogado a los juzgados de Alcobendas para presentar una denuncia. Poco se sabía de a quién iba dirigida aunque más tarde se filtró que el procedimiento legal tenía como destinatario a su hijo Borja.
La causa de esta acción penal parece que tiene que ver con una supuesta revelación de secretos por parte del retoño querido. De nuevo madre e hijo se colocaban en la escena mediática ellos solitos. Semanas atrás Borja Thyssen reivindicaba desde las páginas de ¡Hola! una parte del suculento pastel que suponen los bienes patrimoniales de Carmen Cervera. Ese día los protagonistas de este culebrón, que parece no tener fin, colocaban por fin las cartas sobre la mesa. Todo lo que ambos (madre e hijo) habían contado públicamente y previo pago no era verdad.
En su día desmintieron a los que aseguraban que desde hacía meses no mantenían ninguna relación contando que sí, que se veían y que se querían mucho. Incluso llegaron a coincidir en sus apreciaciones afectivas asegurando los dos que había contacto cotidiano con las mellicitas. Una semana se colocaba en el escaparate la baronesa y a la siguiente el descendiente.
Hasta ese momento las declaraciones tenían que ver con la parte más frívola de sus vidas. Chocaba este despliegue de posados cuando por ambas partes repetían hasta aburrir que querían privacidad. Borja y Blanca llegaron a provocar un incidente con su guardaespaldas y los fotógrafos en Barcelona. La pareja azuzó al asalariado como si fuera un perro de presa. Este gesto fue la guinda de una serie de desencuentros con la prensa.
En un momento dado y con buen tino el abogado de la pareja les recomendó un cambio de imagen a través del trabajo profesional de una importante agencia de comunicación. Dicho y hecho. Se comprometieron y aceptaron las condiciones. Y cuando parecía que la situación se había normalizado surge de nuevo la madre a golpe de denuncia. Y aquí es donde varían las versiones. Según el entorno de la denunciante, ella descubre que le han sustraído una serie de documentos importantes de su casa de La Moraleja. Parte de esos papeles tendrían que ver con el famoso Pacto de Basilea, donde el barón asignaba los bienes pictóricos a sus herederos y donde se firmó también un acuerdo de confidencialidad.
En el escrito que se presenta en el juzgado de Alcobendas se narran los hechos y se enumera con nombres y apellidos a la gente que tiene acceso a los espacios más privados de la casa. Entre ellos se encuentra Borja, además del abogado, y de ahí que se hay filtrado que su madre le ha denunciado. La otra versión nada tiene que ver con ésta. Borja lo único que ha hecho es reivindicar sus derechos con una documentación que obra en su poder tal y como relató en la entrevista más seria que ha dado hasta ahora. Aducen que la madre está muy mal asesorada y que ha perdido los papeles. Como decían en 'Un, dos, tres', hasta aquí puedo contar. La película La guerra de los Roses es un cuento de 'Los Lunies' comparado con la que se avecina en la familia Thyssen/Cervera.
La reacción de Carmen Cervera contra su hijo resulta inexplicable y de todo punto enigmático. Ayer por la mañana la baronesa acudía acompañada de su abogado a los juzgados de Alcobendas para presentar una denuncia. Poco se sabía de a quién iba dirigida aunque más tarde se filtró que el procedimiento legal tenía como destinatario a su hijo Borja.