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Ana Botella y Tita Cervera, secretos a medianoche
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Ana Botella y Tita Cervera, secretos a medianoche

El embajador de Francia, Bruno Delaye, tiene la buena costumbre de ceder los salones de su residencia oficial para que las firmas comerciales de su país organicen sus reuniones sociales

Foto: Ana Botella y Tita Cervera, secretos a medianoche
Ana Botella y Tita Cervera, secretos a medianoche

El embajador de Francia, Bruno Delaye, tiene la buena costumbre de ceder los salones de su residencia oficial para que las firmas comerciales de su país organicen sus reuniones sociales en ese marco incomparable. Un palacete impresionante con un jardín de castaños y magnolios en pleno centro de Madrid, que en verano se convierte en el centro de operaciones de la actividad lúdica.

En esta ocasión la convocatoria tenía como razón de ser los Prix de la Moda. Unos premios que entrega desde hace siete años la revista Marie Claire y que gracias a su directora Joana Bonet se han convertido en una megaconvocatoria donde nunca faltan las estrellas internacionales que, además, suelen ser de trato amable. Tommy Hilfiger (premio a toda una carrera) por ejemplo, es un señor encantador que podría ser el vecino al que le pides la cebolla para el sofrito. Frida Giannini, nombrada esa noche mejor diseñadora internacional por su labor en Gucci no tuvo inconveniente en mostrar sus botas último modelo con alzas muy del gusto de la princesa Letizia a  todos los se las alababan. Y Mario Testino se quedaba fascinado cuando le soplaban la edad de algunas de las damas presentes como Isabel Preysler y Carmen Lomana que efectivamente se mantienen como si vivieran en un iglú. (Ver fotos de la fiesta)

En cambio los analistas del botox no le dieron una buena puntuación a la que fuera top Helena Christensen. La chica mantiene figura pero falló la estética capilar. O se peinó ella misma demostrando que lo suyo no es el brushing o pasó olímpicamente del cepillo. Pero lo llamativo de esta edición fue que el centro de la noticia no la acapararon los convidados internacionales sino los nacionales.

En primer lugar el presentador en forma de Imanol Arias, que desde hace años es el maestro de ceremonias de la gala. El actor aguantó el tipo. Agradeció a la prensa cómo se había tratado su separación matrimonial diciendo “gracias porque me lo habéis hecho todo más fácil”. Después le echó ironía y desde la tarima de los premios y dirigiéndose a los invitados añadió: “No os preocupéis que hoy no voy a leer un nuevo comunicado” refiriéndose a la carta que desde su oficina se envió a los medios notificando su separación.

Otro de los noticiables fue Gonzalo Miró, que últimamente no frecuentaba este tipo de reuniones. Contó que no mantenía ninguna relación con Eugenia Martínez de Irujo desde que se separaron. Tuvo también su momento venganza al comentar el actual estado de felicidad de la duquesa de Alba, que nada tenía que ver con el entrañable novio Alfonso Díaz y sí con su desaparición de la escena familiar. No hay que olvidar que a Cayetana no le caía nada bien Gonzalo. Un apreciación subjetiva que no dejaba de sorprender dado el carácter amable y educado del colaborador de Cuatro.

Pero quien se llevó esa noche la Palma de Oro y el Oscar a la interpretación fue la baronesa Thyssen, que apareció iluminada por unos impresionantes pendientes Harry Winston de doble zafiro y cuajado de brillantes. Esa misma mañana había interpuesto una denuncia contra su hijo, la nuera y el abogado y en vez de quedarse en su mansión acudió a la embajada.  Su estado emocional no era el mejor ante la decisión que había tomado, pero no evitó el encuentro cuerpo a cuerpo: “Estoy muy tranquila. Es la única forma que tengo de protegerme y proteger a los que quiero. No puedo decir más porque todo está bajo secreto de sumario”.

Otra cosa fue la charla más íntima con Ana Botella, con la que compartió mesa y secretos. La delegada del Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid se debió quedar impresionada ante las confesiones de Tita, que seguramente le hablaría del cambio personal, emocional y hasta físico del tatuado Borja, de lo que ella considera manipulación por parte de Blanca y su familia, de la denuncia y hasta de la sustracción de documentación privada en su casa de La Moraleja. Ana Botella recibía la información con cara de póker.

Mañana martes por la mañana B&B (Borja y Blanca) acudirán al juzgado de Alcobendas para declarar como denunciados en el proceso legal que ha abierto Tita contra ellos.

El embajador de Francia, Bruno Delaye, tiene la buena costumbre de ceder los salones de su residencia oficial para que las firmas comerciales de su país organicen sus reuniones sociales en ese marco incomparable. Un palacete impresionante con un jardín de castaños y magnolios en pleno centro de Madrid, que en verano se convierte en el centro de operaciones de la actividad lúdica.