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Borja Thyssen declara contra su madre
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Borja Thyssen declara contra su madre

Esta mañana, pasadas las 10:45 horas, Borja y Blanca han llegado al juzgado de instancia número 2 de Alcobendas, donde la semana pasada su madre interpuso una denuncia contra

Foto: Borja Thyssen declara contra su madre
Borja Thyssen declara contra su madre

Esta mañana, pasadas las 10:45 horas, Borja y Blanca han llegado al juzgado de instancia número 2 de Alcobendas, donde la semana pasada su madre interpuso una denuncia contra él, su mujer y el letrado por descubrimiento y revelación de secretos, en relación con unos documentos que tendría Borja. Vestido de traje azul marino y con corbata, cubriendo sus ojos, al igual que Blanca, con gafas de sol y muy sereno, Borja llegaba caminando al juzgado y, sonriente, daba la cara a la prensa.

Cuatro horas después, pasadas las 15:00, salían por la misma puerta, también sin ocultarse. Aunque no han trascendido datos oficiales, se calcula que los tres han ido entrando a declarar por separado y que a cada uno se ha dedicado alrededor de una hora.

"Estoy tranquilo. No tengo nada que temer", dijo Borja a los medios de comunicación que esperaban su llegada. Al irse no hubo declaraciones pero, al salir por la entrada principal, donde le seguía esperando la veintena de periodistas allí congregados desde la mañana, quiso mostrar hacer ver no tenía nada que ocultar.

El motivo de esta comparecencia, a petición judicial, tuvo que ver con la decisión de Carmen Cervera de “ir a por todas, porque la ley me ampara”. Aseguraba que era la forma de salvaguardar su patrimonio para ella y para sus hijos. Choca esta declaración de principios cuando Borja es, a día de hoy, el gran perjudicado.

En el caso de celebrarse el juicio y encontrar motivos suficientes para declararle culpable, podría ir a la cárcel. A diferencia de las demandas, las denuncias llevan aparejada pena de cárcel. La situación anímica de los protagonistas de esta historia es, según sus amistades respectivas, de tristeza.

Borja aún no ha procesado la actuación legal que su madre ha iniciado contra él. “Está consternado. Pidió una información a la que tiene derecho y no sólo se la negaron sino que la respuesta fue esta denuncia que no tiene fundamento porque no es cierto que  tenga documentos pertenecientes a la estricta intimidad de su madre o terceros. Si tiene papeles, son suyos y, por lo tanto, es absurdo hablar de sustracción”.

Ayer lunes la pareja pasó parte del día en el despacho de abogados que llevan sus asuntos. Debían preparar el interrogatorio de hoy, que gira en torno a la desaparición de material privado de la baronesa e incluso la entrada ilegal a la casa de La Moraleja. Una visita que habría quedado grabada por las cámaras de seguridad que hay por todas partes. Por supuesto, los denunciados  vienen negando los supuestos delitos de los que les acusan y que habrían sucedido en marzo pasado cuando las relaciones familiares eran aún correctas. En aquel momento la pareja tenía acceso libre a todas las dependencias de la vivienda ya que cuando viajaban a Madrid, a veces se quedaban en ese lugar. Por lo tanto no tendría sentido que entraran a escondidas, “y mucho menos que después se solicitara una documentación que él previamente ya tenía. Todo esto es una locura”, explican desde la agencia de comunicación que la pareja ha contratado.

La baronesa, por su parte, prefirió poner tierra de por medio y se fue a San Feliu con las mellizas. Desde allí recibía la información que le comunicaban sus abogados por teléfono. “Carmen no se ha vuelto loca de pronto. Está haciendo lo que tiene que hacer, aunque mediáticamente parezca un disparate”. Lo que aún no se sabe es si Borja denunciará a su vez a su madre.

Esta mañana, pasadas las 10:45 horas, Borja y Blanca han llegado al juzgado de instancia número 2 de Alcobendas, donde la semana pasada su madre interpuso una denuncia contra él, su mujer y el letrado por descubrimiento y revelación de secretos, en relación con unos documentos que tendría Borja. Vestido de traje azul marino y con corbata, cubriendo sus ojos, al igual que Blanca, con gafas de sol y muy sereno, Borja llegaba caminando al juzgado y, sonriente, daba la cara a la prensa.