Iker Casillas: "Yo no necesito vender mi vida a nadie"

Dicen quienes conocen a Iker Casillas que pese a ser ‘el santo’ que obra milagros en la portería, es un hombre tranquilo y mucho más terrenal que lo que quieren hacer ver aquellos que le encumbran a los altares futbolísticos. Pese a ser un nombre habitual en boca de la prensa, -y no sólo la deportiva-, este joven madrileño no es demasiado dado a hablar sobre él mismo ante los medios.

La revista Men’s Health ha conseguido ponerle ante el objetivo luciendo palmito para su portada y hacerle una entrevista en la que ha hablado sobre sus proyectos futbolísticos y sobre el reducto que queda en su vida ahora que la prensa sabe quién es, dónde vive y hasta su número de calzado. (Ver vídeo)

Dice el portero del Real Madrid que la vida privada, en este mundo de la fama, “se lleva bien si tú la quieres llevar bien” porque entiende que a muchos les guste todo eso. Cuenta que sigue “yendo a los bares de siempre y si alguien se pasa, un amigo mío le dice algo”. Asegura que si no fuese así “se rompería la cadena del respeto”.

Sobre ese nivel de comprensión asegura que él, que ya está acostumbrado a lidiar con fotógrafos, de vez en cuando sí que siente que le molesta. Lo que sucede, dice, es que “llega un punto en que no te puedes enfrentar a todo aquel que te quiere sacar una foto en lugares públicos” y añade: “Además, 50 metros más allá seguro que hay otro con las mismas intenciones”.

En esa entrevista concedida a la publicación asegura que lo importante en esta vida es que “hay que ser natural”. Ese puede ser gran parte de su secreto para ser uno de los hombres más deseados de nuestro país, ya que dice “yo no necesito vender mi vida a nadie” porque se considera “un privilegiado del fútbol, económicamente no me puedo quejar y no necesito buscarme la vida con estas cosas”. Quizá, como él mismo asegura, “en la naturalidad radica también gran parte del éxito”.