La infanta Elena, preocupada por sus hijos

Doña Elena, objetivo de la prensa ahora más que nunca tras haber hecho público su divorcio de Jaime de Marichalar, se ha ‘escapado’ a Washington este puente con sus hijos para seguir manteniendo la excelente relación que tienen los primos Marichalar y Urdangarín. Y seguramente también porque la infanta Cristina ha sido, junto con el Rey, el mejor apoyos en los momentos más complicados de su separación. Si cuando eran más jovencitas, Cristina estaba más unida a su hermano Felipe, ahora las dos hermanas son uña y carne y por eso la primogénita quiere a toda costa que la relación entre los primos no se pierda debido a la distancia.

Como los duques de Lugo dejaron claro en su comunicado, realizado ya el divorcio, “mantendrán una fluida interlocución por ellos” porque  lo que ahora importa son sus hijos. Por ello, qué mejor que reunirles con sus primos, los hijos de los duques de Palma, que residen en Washington desde el verano, para que se sigan sintiendo tan unidos a ellos como siempre.

Felipe y Victoria Federica se sienten muy a gusto con sus primos y sus tíos. Todos los veranos han disfrutado juntos de las vacaciones, se han ido con ellos a esquiar a Baqueira-Beret -como seguramente ocurra en las próximas semanas- y han seguido viéndose aunque sus primos mayores, y con los que mejor se llevan, por edad, Juan Valentín y Pablo Nicolás Urdangarín de Borbón, vivan en Estados Unidos.

La infanta Elena llevó a sus hijos al cumpleaños de Pablo, que celebró en su nuevo hogar, porque tiene un especial interés en que la familia siga unida. En aquel último viaje, su tío Urdangarín ejerció de auténtico padrazo, como seguramente está ocurriendo estos días, para que los menores no echen nada en falta.

Varias fotografías publicadas el fin de semana muestran a las dos hijas mayores de los Reyes disfrutando de esta festividad española que ellas celebran allí a modo de fiestas prenavideñas. Las dos aprovecharon para hacer las compras de Navidad sin dejar de lado los quehaceres diarios. Incluso se las vio saliendo del supermercado con el carro lleno.

Además de ir de compras, las hermanas acudieron al estadio de los Washington Wizards, que jugaban contra los Toronto Raptors, para que Victoria Federica pudiera disfrutar también del ocio al que acostumbran allí sus primos. En esta ocasión le acompañó su prima pequeña Irene, con quien se la vio disfrutar de lo lindo. Objetivo cumplido.

Hoy toca despedirse porque mañana miércoles los hijos de los duques de Lugo deben volver al colegio, pero en dos semanas volverán a verse de nuevo, ya que está previsto que los duques de Palma regresen a Madrid para la cena de Noche Buena en Zarzuela. El 25 lo pasarán, como cada año, en Vitoria-Gasteiz, donde viven los padres de Iñaki.

Al haberse cancelado la visita oficial de don Juan Carlos a la Casa Blanca, los nietos que ahora viven en Washington no podrán ver a su abuelo en Estados Unidos, pero es casi seguro que doña Sofía realice en los próximos días una visita privada a la familia. Sea como fuere, el 24 de diciembre la Familia Real se reunirá al completo y todos los nietos reales estarán juntos. Una fotografía que no se ha producido desde el año pasado. Ni siquiera en las comuniones de Victoria Federica y de Juan y Pablo se ha logrado el completo.

Mientras los primos Urdangarín y Marichalar tienen una relación muy estrecha, extraña que en esas reuniones familiares nunca aparecezcan las infantas Leonor y Sofía a no ser que los encuentros se produzcan en la clandestinidad, como hacían Santiago Carrillo y el Rey Juan Carlos cuando todavía era una promesa y no una realidad.