Alberto Martín rehace su vida en Barcelona

Para Alberto Martín, ex marido de Lydia Bosch, el año 2009 se convirtió en una pesadilla. Una película de miedo que comenzó en el mes de marzo cuando la actriz interpuso en el juzgado de Pozuelo una denuncia contra él, solicitando una orden de alejamiento por unos supuestos delitos que la justicia desestimó en todas las instancias.

Aún está pendiente el informe de la Audiencia Provincial que, en todo caso, no juzgaría el delito (que fue sobreseído) sino si la actuación de la magistrado se ajustaba a derecho o no.  El auto, fechado el 24 de agosto determinaba que la versión de la niña no era creíble y que el conflicto familiar había podido influir en la interposición de la denuncia. El criterio es coincidente con el de los psicólogos del Tribunal de Justicia, que informaron de que no ha habido abuso sexual ni maltrato físico o psicológico. Alberto Martín era inocente.

Más tarde llegó la demanda de divorcio que, al no ser de mutuo acuerdo, se alarga en el tiempo. De hecho, una de las partes debe aún presentar sus alegaciones a la propuesta inicial. Hubo medidas provisionales y en febrero o marzo del 2010 la ex pareja tendrá ya en sus manos la sentencia, que también puede ser recurrida.

El tiempo, que no cura todo, pero sí hace las penas más llevaderas, ha sido la mejor medicina para el arquitecto que en el plano profesional tuvo un nuevo reconocimiento con la inauguración del impresionante centro comercial de Pozuelo diseñado por él. Martín no se escabulló y no tuvo inconveniente en presentar ante los medios su proyecto, aunque, como era de esperar, obvió todas las preguntas que tuvieran que ver con la truculenta y dolorosa historia que ha rodeado su divorcio.

Su familia y sus amigos han sido su gran apoyo. Y, por supuesto, sus dos hijos mayores, que desde el primer momento estuvieron junto a él. Alberto ha retomado también sus aficiones. Una de ellas es el tenis. El fin de semana pasado se fue con un grupo de amigos a Barcelona para disfrutar de los  partidos de la Copa Davis.

Uno de ellos fue el que se encargó de comprar las entradas y la casualidad hizo que Alberto y una de las chicas del grupo que iba desparejada compartieran el palco con el consiguiente revuelo informativo. A día de hoy, Alberto Martín no tiene nueva pareja pero tampoco hay que descartar que alguna de sus amistades femeninas puedan llegar a serlo.

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