Patricia Rato y Espartaco, en la cuerda floja

Aparentemente el matrimonio de Patricia y Espartaco funcionaba perfectamente. De vez en cuando aparecía algún rumor de distanciamiento, pero rápidamente las aguas volvían a su cauce. A diferencia de otros colegas que tienen fama -y ejercen- de mujeriegos, el torero es todo lo contrario. Es un hombre muy familiar al que no se le conocen salidas nocturnas ni ‘ruta del polvorón’, que así se denominó a las escapadas de algunos toreros en época navideña. Al menos esta era el cuadro idílico y público que teníamos de la pareja Ruiz/Rato.

Las últimas imágenes se remontan a la boda de la hermana Leticia en Roma que adelanto en exclusiva Vanitatis. En aquel momento nadie, salvo el estricto e intimo ámbito más cercano sabían de las desavenencias conyugales. La revista Qué Me Dices, en su portada de esta semana, da las claves de lo que puede ser otra separación sonada tras la de a Bosch y Alberto Martín, que también parecían la pareja ideal y ejemplar. Aunque en este caso no se dan las pautas terribles que supuso la ruptura de la actriz y el arquitecto.

Según explica QMD, una mujer habría irrumpido en la vida de Espartaco, complicando la existencia después de dieciocho años de matrimonio y tres hijos: dos niñas ya mayores y un chico de ocho años. Según la información recabada, este desencuentro conyugal podría venir de lejos. De antes del enlace de la hermana.

Precisamente, para no estropear el día más feliz de Leticia, se intento presentar una imagen de felicidad. De hecho Patricia y Espartaco dieron facilidades a una agencia de prensa española para que les retratara con toda la familia en el Coliseo romano y en la plaza de San Pedro.

Puede ser que como ha ocurrido otras veces el torero y su mujer superen esta crisis y continúen con su proyecto común. Las amistades más cercanas de ambos así lo creen, aunque el problema pudiera ser que la tercera en discordia ya tenga nombre y apellido. E incluso, ganas de enredar.