Cayetano y Briatore se van 'de caza' a Kenia

Kenia es el país de los safaris, de la orografía abrupta, de la diversidad hecha naturaleza y el lugar donde los segundos se toman su tiempo. Si Roosevelt tenía su Sangrila particular en Camp David, Barack Obama es el único presidente norteamericano que puede presumir de raíces keniatas. El actual Premio Nobel de la Paz llegó incluso a vivir en el país de origen de su padre. Aunque, en la actualidad, no tiene una granja en África, algunos, como Cayetano Martínez de Irujo, decidieron hace tiempo adquirir una propiedad allí, al estilo de Robert Redford en su papel del cazador Denis Finch en Memorias de África.

El hijo de la duquesa de Alba tiene desde hace años una casa en Malindi, una exclusiva playa privada con chiringuito y camellos al sur del país, y viaja hasta el continente africano cada vez que quiere desconectar de la vorágine madrileña. En 2005, cuando se casó con Genoveva Casanova, ambos disfrutaron de de su luna de miel en aguas del Índico bajo el abrigo de la cultura swahili. Ya separado de la mexicana, decidió dar la bienvenida al 2008 desde su retiro africano, junto a sus hijos, Luis y Amina, y la ‘tata’ de éstos.

Ahora, la revista Hola ha publicado unas imágenes que cercioran que la relación del ex de la mexicana y Mónica Hoyos, la ex de Carlos Lozano, va más allá de la simple amistad. En vísperas de Nochevieja, Cayetano realizó un viaje de nueve horas en su todoterreno para recoger a Mónica, que volaba desde Madrid hasta Nairobi para pasar unas fechas tan significativas con él. Las imágenes de su encuentro han servido para oficializar públicamente su incipiente relación, que comenzó a dar de qué hablar cuando aparecieron juntos el pasado 18 de diciembre en un partido benéfico. Kenia es el mejor de los enclaves para dar rienda suelta a su amor -de puertas hacia dentro- lejos de miradas indiscretas.

Muy cerca de la casa del hijo menor de la duquesa de Alba en Kenia, el magnate italiano Flavio Briatore también posee una lujosa mansión, de la que disfruta a menudo junto a su esposa, Elisabetta Gregoraci. Tal y como contaba recientemente el Daily Nation, el periódico independiente más influyente de Kenia, Briatore, íntimo de los Aznar, pretende construir un resort en la misma zona de Malindi donde tiene su casa, lo que demuestra que el país se encuentra al albur de los inversores. Incluso, Fernando Alonso y Raquel del Rosario despidieron el 2008 desde el refugio keniata del ex de Heidi Klum.

Al parecer, el ex director deportivo de Renault ya tiene pensado dónde construirá el complejo, que contará con unas 20 residencias familiares, discotecas, arenas privadas y las más lujosas de las instalaciones. Un lugar de visita obligada para los bolsillos más pudientes. Como la princesa Carolina de Mónaco, quien siempre ha buscado anonimato y tranquilidad en la isla de Lamu, un auténtico tesoro en la costa norte de Kenia.

La mayor de los Grimaldi posee una casa en la cercana aldea de Shela, que también ha servido de refugio para su hermano, el príncipe Alberto, y sus hijos. Otras personalidades del show business como Mick Jagger o Madonna o, incluso, el presidente de los Estados Unidos, Henry Ford, han declarado su amor por la misma exótica isla que frecuentan los hijos de Grace Kelly y Rainiero.

Kenia es un crisol de paisajes y Laikipia es una extensa zona en el corazón del país repleta de granjas y propiedades de familias blancas, que buscan la tranquilidad a la sombra de las cimas nevadas. Naturaleza en estado puro que enamoró súbitamente a Elena Cué. La tercera mujer de Alberto Cortina se quedó prendada de la inmensa finca de la familia Wildenstein en la falda del Monte Kenia.

Ol Jogi, que así se llama la granja, cuenta con 500 kilómetros de caminos, 200 viviendas, 55 lagos artificiales y unos 400 empleados, que viven en el recinto de 26.000 hectáreas con sus familias. Según cuenta El Mundo en el suplemento La Otra Crónica del 31 de octubre de 2009, el empresario español compró en 2007 el 50% de la propiedad al comerciante de arte francés Alec Wildenstein, esposo de la operadísima Jocelyn Wildenstein, por 14 millones de euros. La finca sería el mejor de los regalos para celebrar diez años de unión con su esposa.

Pero, tras el trágico fallecimiento del marido de Dianne, hija y heredera de la finca, en un accidente de avión y la del propio patriarca más tarde, los beneficiarios de la millonaria fortuna decidieron deshacerse de Cortina. Tras varios años de batalla judicial, el ex marido de Esther Koplowitz y Marta Chávarri accedió a devolver su 50% y dijo adiós a su sueño africano. Elena Cué se quedó con las ganas de encarnar a la escritora Karen Blixen, a pesar de la insistencia de su marido por parecerse, un poquito aunque fuera, al célebre Robert Redford.