Un millonario lega su fortuna al hijo y a los nietos de los Reyes

El empresario de Ciudadela (Menorca) Juan Ignació Balada Llabrés, fallecido el pasado 18 de noviembre, ha legado su fortuna a la Casa Real. Concretamente, el empresario e inversor menorquín ha donado la mitad de su herencia a los Príncipes de Asturias y a los ocho nietos de los Reyes: las intantas Leonor y Sofía, los hijos de los duques de Palma, Miguel, Pablo, Juan e Irene, y Victoria y Felipe, hijos de la infanta Elena y Jaime de Marichalar.

El otro 50 por ciento del legado del multimillonario de Ciutadella se destinará a la organización de una fundación de interés general, según informa el Diario Menorca.

La Casa Real, que ha confirmado la noticia, califica este hecho de "insual" y asegura que el proceso a partir de la notificación notarial de la herencia será "complicado y muy largo". En este sentido, desde  Zarzuela apuntan que el hecho de que ocho de los herederos sean menores de edad puede prolongar la transmisión objetiva de los bienes.

No obstante, todavía no se conoce el valor total de la fortuna del empresario menorquín, que fue hijo único y no dejó descendencia. Tal y como señalaron este jueves fuentes del Palacio de la Zarzuela, el primer paso a seguir consiste en contactar con el abogado catalán que ejerce de albacea del testamento, con el objetivo de éste remita la documentación oficial de la herencia a la Casa Real, que aún no ha decidido si la aceptará o cómo se gestionará en el caso de que sea aceptada. Lo más probable es que la cantidad percibida se done a una ONG.