Misha Barton prefiere a Soraya Arnelas

Madrid olvidó el frío por una noche para recibir la nueva colección de la firma extremeña Cristian Lay. El desfile tuvo lugar en la sala La Riviera y allí hordas de fans, cámara en mano, esperaron estoicamente a que, uno por uno, pasasen todos los invitados por el photocall. La prensa esperaba ansiosa a la estrella internacional Misha Barton. Pero los fans tenían otro ídolo al que aplaudir y saludar: la cantante Soraya Arnelas. que sólo vio empañado su protagonismo por el paseo de Darek sobre el escenario.

La ex triunfita lo dio todo por su público. La extremeña presentó el acto, cantó, saludó desde lo alto de la escalera, se dejó fotografiar, e incluso se quedó firmando autógrafos a quienes se lo pedían a gritos desde los escalones más bajos. Tal fue el pluriempleo de la ex azafata, que incluso ejerció de traductora entre los medios y una sorprendida Misha Barton que quedó arrinconada entre las cámaras, los micros y el panel que servía de fondo a la sesión fotográfica.

“¿Misha, Misha te gusta España?” le preguntaban varios reporteros. A lo que ella respondía con una caída de ojos y un ‘yes’. Esta vez no se escuchó la consabida pregunta del jamón y la paella, pero algún valiente sorprendió preguntando ni más ni menos que por el chorizo. “What?” decía sorprendida la actriz mientras los organizadores intentaban sacarla de entre la prensa.

Ya más en su salsa, la actriz estadounidense disfrutó de la música con una amiga y con su representante, que estuvo pendiente en todo momento de las necesidades de la artista. Tal era su control, que incluso puso el bolso de la actriz a buen recaudo para evitar manos inquietas mientras disfrutaba de una botella de champagne. Pero parece que la artista no se enteró de ese cambio de ubicación.

En esas estaban cuando la actriz le cambió la cara. Máyuscula sorpresa: su chanel había desaparecido. O al menos esos creía ella mientras buscaba entre los abrigos que había a su alrededor. Menos mal que treinta segundos después lo tenía en las manos y sonreía aliviada y pidiendo perdón a quien había hecho levantarse de su asiento en su búsqueda del complemento perdido.

Mientras tanto, la incansable Soraya Arnelas, mantenía el tipo hablando con todo el que se le acercaba. Pero Misha reclamaba su atención. La cantante y la actriz parecían haber hecho muy buenas migas, a juzgar por los intensos abrazos y ósculos que la estadounidense le brindaba a la española, que ejerció como buena anfitriona.

Tal era la admiración de Misha, que se retrató en varias ocasiones junto a Soraya con su propio móvil. Ni tan siquiera fue consciente -o si lo fue le dio igual- de que uno de los Vivancos se había sentado a su lado. Su atención se centraba en la eurovisiva Soraya, por lo que el joven bailarín se levantó del reservado pocos segundos después y regresó a su lugar primigenio.  

No tendría tiempo para un segundo acercamiento, ya que Barton fue de las primeras en abandonar la fiesta, si exceptuamos a María José Suárez, Lara Dibildos y Arancha del Sol, que tras ejercer como modelos para la firma extremeña se bajaron de la pasarela para irse a casa directamente. Así, sin tomarse un canapé ni nada. Unos minutos después de que la actriz de O. C. se fuese, Soraya abandonaba también la sala por la misma puerta que la estrella norteamericana, alejada de la salida del resto del público. Eso de ser VIP de vez en cuando también tiene su aquel.