La baronesa Thyssen 'huye' de Leona Lewis

A pesar de que parecía una reunión secreta entre lo más granado del panorama patrio, finalmente, la fiesta de lanzamiento de la revista Harper’s Bazaar en España acabó siendo el comentario en boca de todos. Nadie quería perderse un evento que apuntaba maneras y en el que se confirmaba como actuación estelar la británica Leona Lewis.

Cuando a las diez de la noche casi un centenar de invitados se colocaban en fila en la puerta, por los pasillos del Casino de Madrid se movían ya numerosos vip, invitados a una exclusiva cena para 200 comensales que había dado comienzo a las ocho de la tarde. A saber: Beatriz de Orleans, la modelo Clara Alonso, Patricia Conde, Antonia Del’Latte y demás televisivos y trabajadores de mundo de la moda, que no fallaron a la publicación en su estreno.

Entre ese selecto grupo se encontraba la mismísima baronesa Thyssen que, pese a que va a ser abuela, no quiere oír hablar de la futura paternidad de su hijo. Tita Cervera se mantiene al margen de cualquier cosa que tenga que ver con sus maltrechas relaciones familiares. Y por mostrarse ajena, también se planteó como una ausencia notable en el recital que la cantante británica Leona Lewis ofreció tras los manjares.

En lugar de cambiarse de salón y prepararse para escuchar, prefirió hacer mutis por el foro y dejar que otros disfrutaran de las melodías mientras ella se iba con la música a otra parte. Eso sí, a algunos, como Miguel Ángel Muñoz, apostado en primera fila, no pareció importarles demasiado, a juzgar por cómo disfrutaron del miniconcierto, compuesto por cuatro canciones.

Ariadne Artiles y Verónica Sánchez también disfrutaron de la inauguración, así como la cantante Natalia, salida de la factoría OT, o los actores Paco León e Iván Sánchez e infinidad de modelos como el madrileño Javier de Miguel. Ellos suplieron la escasez de diseñadores en el evento, algo comprensible, ya que hoy mismo comienza la Cibeles Madrid Fashion Week y los creadores están ultimando los detalles de sus colecciones.

Una de los que ultiman sus piezas es la cordobesa Alma Aguilar, para quien trabaja Beatriz, ex novia de Carlos Baute. Rodeada de amigos y con una sonrisa de oreja a oreja, Beatriz aguanta estoicamente las preguntas sobre el porqué de la ruptura, ahora que se rumoreaba que iban a casarse después de diez años de noviazgo.

Ella habla de su trabajo, pero se le escapa un suspiro, casi de alivio, cuando alguien se refiere al fin de su noviazgo con Baute. “Estoy muy bien”, repite. Y sus amigos, los que la acompañan en el evento, le dan la razón. No suele sentirse molesta por nada que diga la prensa sobre ella, pero sí desmiente un noviazgo a quien le pregunta si es cierto que ya tiene nueva pareja.

De Preysler, Abascal, Moss y Cristiano Ronaldo, ni rastro. Tampoco de Iker Casillas y Sara Carbonero. Quién sabe, quizá entre tantos invitados, los gorgoritos de Leona Lewis que Tita no escuchó y el trajín de invitados en los pasillos, aparece el amor y se crean nuevas parejas.