Naomi Campbell hace las paces con su chófer

Finalmente no habrá pena de prisión para Naomi Campbell. La policía buscaba a la modelo tras la supuesta agresión de ésta hacia Miodrag Mejdina, su chófer, que la había denunciado alegando que en medio de una discusión la llamada diosa de ébano le propinó un golpe en la espalda mientras conducía, lo que hizo que se golpeara con la cabeza contra el volante.

La Policía de Nueva York ha asegurado en un comunicado que el conductor había presentado una queja por acoso, pero que prefirió no presentar cargos criminales. Esto quiere decir que la modelo se libra de ser arrestada por los agentes de la ley. Aparte del comunicado oficial, según recoge el diario británico The Sun, un portavoz de la Policía neoyorquina ha asegurado que la escena protagonizada por Campbell fue “como un sketch de Benny Hill”.

El rotativo británico afirma también que el suceso se produjo cuando Campbell interrogó a Mejdina sobre el millonario Vladimir Doronin, novio de la top model, para quien el chófer también trabaja. Se cree que ella quería saber por qué el rico ruso no le cogía el teléfono en una ocasión en la que estaba de viaje, en la que ella tenía sospechas de que le había sido infiel.

Hace unos días, la madre del conductor asegura que no tenía idea de cuál había sido la causa que había provocado el encontronazo entre su hijo y la modelo, pero que ninguno se sentía cómodo con todo lo que estaba sucediendo alrededor de su hijo que hasta ahora era un hombre anónimo.

Este no es el primer caso por agresión al que se tiene que enfrentar la modelo. La última fue en Italia, donde un fotógrafo la acusó de arañarle e insultarle tras hacer unas fotos en la isla de Lipari. Hace dos años ya sufrió un altercado al ponerse violenta con unos policías en el aeropuerto londinense de Heathrow cuando reclamaba su equipaje perdido.

Anteriormente ya había sufrido denuncias por parte de una ex trabajadora, que la acusó de lanzarle un teléfono móvil y también en 2005 pegó varios puñetazos a su amiga Yvonne Scio en un hotel de lujo de Roma.