Alberto de Mónaco baila entre narcisos y cuscús

Esta noche, el exclusivo Sporting Club de Mónaco se vestirá de gala para acoger, como cada año desde 1964, el Baile de la Rosa, donde personalidades y estrellas invitadas volverán a evocar al sempiterno glamour de la desaparecida Grace Kelly, quien fundara el baile benéfico más popular del globo terráqueo. La fiesta, que llega con el buen tiempo y la primavera, estará presidida por el príncipe Alberto y la princesa Carolina, en pleno proceso de separación de su marido, Ernesto de Hannover, y se rendirá al encanto del desierto. (Ver álbum)

Después de que las huestes de Pedro Almodóvar aterrizasen en el principado para revivir los tiempos de la movida madrileña en 2008 y el año pasado el mismo Chuck Berry amenizase la velada con sus temas más rockeros, este año el Baile de la Rosa se ambientará en el encanto y la aventura de Marruecos. La princesa Lalla Salma, esposa del rey Mohammed VI y rival en elegancia de Letizia o Rania de Jordania, será la invitada estrella de la fiesta, a la que se espera que asistan unos 800 invitados. La entrada cuesta 750 euros y los beneficios recaudados irán a parar a la Fundación Grace Kelly, que vela por la educación y la salud de los más pequeños.

Este año posiblemente las ausencias sean más sonadas que las asistencias. No se espera a Ernesto de Hannover, que ya no pudo acudir a la convocatoria pasada por encontrarse convaleciente de una operación. Llama la atención que el país invitado de este año en el Baile de la Rosa sea el mismo país de origen de Myriam Aboussahden, la mujer con la que se le fotografió en Tailandia compartiendo momentos íntimos en las paradisíacas playas del país oriental. Además, Pierre y Carlota Casiraghi deslumbraron el año pasado con su elegancia y saber estar y es posible que este año vuelvan a hacer acto de asistencia.

Pero, probablemente, en esta ocasión ellas tomen la voz y el protagonismo recaiga en la aparición de la nadadora Charlene Wittstock, novia del príncipe Alberto, después de los rumores que apuntaban a que la relación entre ambos no pasaba por su mejor momento, y en la princesa Estefanía. Muchos esperan impacientes la prueba de fuego en el Baile de la Rosa de sus hijos, Louis y Pauline, que no se prodigan asiduamente en los actos públicos. La originalidad de la fiesta está asegurada y la sala de las Estrellas del Sporting Club volverá a revivir esta noche épocas pasadas donde el cielo y la tierra se entremezclaban por instantes.