Los príncipes prefieren Suiza a Baqueira

A diferencia de los primos Urdangarín y Marichalar, a los que hemos visto desde que se sostienen en pie en Baqueira, de las niñas Borbón-Ortiz no había constancia gráfica. En realidad, con ellas nunca hay evidencia de nada.

Al no haber fotos oficiales, como la del resto de herederos europeos, que se muestran periódicamente sin que haya un cataclismo sideral por aparecer en las revistas de entretenimiento, haciendo galletitas o acariciando renos, la nietas parecen entelequias infantiles.

Si Leonor y Sofía fueran hijas de notario o de presidente de mutinacional, en vez de la heredera del heredero y su hermana, esta decisión de no mostrarlas sería normal, pero no es el caso. Por eso, las primeras imágenes de Leonor esquiando han supuesto una sorpresa. Y más todavía cuando la estación de esquí elegida por los príncipes para que sus hijas aprendan  no está en España, sino en los Alpes suizos.

Según publicó Vanitatis, a finales de febrero don Felipe y su mujer se tomaron unos días de refresco y se trasladaron hasta la republica helvética para practicar uno de los deportes favoritos del príncipe. Dada la opacidad que rodea todo lo que tenga que ver con ellos, aunque los desplazamientos privados también se paguen con dinero público, se desconoce si el reportaje de ¡Hola! se realizó en aquellos últimos días de febrero o en realidad acuden con asiduidad a ese lugar acompañados de amigos y familiares.

Llama la atención el cambio de marco incomparable, porque tanto el príncipe (cuando estaba soltero) como sus hermanas se han decantado siempre por  Baqueira. Salvo cuando Felipe andaba en amores con Eva Sanum, que prefería perderse por tierras extrañas. La casa de los reyes en La Pleta es una construcción  típica de la zona, muy cómoda y espaciosa con varias remodelaciones para adecuar la vivienda a las necesidades familiares.

Aunque don Juan Carlos y doña Sofía hace años que dejaron de esquiar, ceden la residencia para uso y disfrute de sus hijos. Los duques de Palma y la infanta Elena son asiduos. No así la nuera real y su marido. Quizá lo más llamativo de su estancia en Suiza sea el gasto innecesario en seguridad y desplazamientos cuando Baqueira se encuentra a tiro de AVE. Y, por supuesto, sin olvidar el tema promocional en tiempos de crisis. Unas imágenes de los príncipes y sus niñas en el pirineo catalán sirven de magnífica campaña publicitaria. Y, si no, siempre queda Mallorca.

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