La Reina Sofía toma las riendas de su casa

Según el último parte médico el Rey evoluciona favorablemente -como estaba previsto- tras la operación quirúrgica que le practicaron el pasado sábado en el hospital Clínic de Barcelona. Tanto es así, que el domingo ya recibió la visita del presidente Zapatero que permaneció junto al Jefe del Estado durante una hora. Al menos esta es la versión oficial, que no por cierta deja de sorprender.

Un recién operado lo que necesita es descanso, la visita de los familiares más cercanos y punto y pelota, que diría la Esteban. Nada más, y quien no lo cumpla -como Zapatero y Montilla- resulta, cuanto menos, fuera de lugar. (Ver álbum)

Por mucho que el equipo médico quiera presentar la evolución real como la de Superman o Robocop, el caso es que el titular de la Corona no tiene poderes sobrenaturales y por lo tanto habría que haberlo dejado tranquilo al menos durante cuatro días. Una operación quirúrgica de tres horas con anestesia total no es ninguna tontería. Por lo tanto y salvo la presencia de sus hijos y su mujer, el resto sobraban.

La infanta Elena, dicen que la preferida del Rey, viajó desde Valencia el mismo sábado, ya que prefirió anular su participación en la competición hípica, donde la concentración es fundamental. La duquesa de Lugo pasó el fin de semana en Barcelona. El domingo por la mañana volvía a Madrid para estar con sus hijos y el lunes volver a su vida laboral en Mapfre.

Si unos se iban, otros llegaban. Ese mismo día, a las cinco y media de la tarde, llegaba el relevo en forma de príncipe heredero y consorte. Don Felipe, tuvo un encuentro informal con los periodistas que hacen guardia mañana, tarde y noche en la clínica y explicó cómo había encontrado al padre/rey. “Nada más entrar en la habitación lo primero que dijo fue: “Como veis, aquí estoy, entero y en forma". Ha comido sólido y se ha levantado un rato. Es un buen paciente y se está recuperando a buen ritmo. Le he transmitido los saludos de los líderes iberoamericanos”.

Desde 1996 don Felipe asume la representación de España en las ceremonias de investiduras de los presidentes iberoamericanos y en esta ocasión acudió a la toma de posesión de Laura Chinchilla, nueva presidente de Costa Rica. A las siete y media el matrimonio Borbón/Ortiz regresaba a Madrid. Y junto al rey se quedaba doña Sofía. Como debe ser.

Quizá el papel de la esposa/reina ha sido el más tranquilizador. Más que los partes médicos y más que las ruedas de prensa. Ver a la reina compartir con los periodistas sus impresiones personales y transmitir lo feliz que estaba por cómo había resultado la operación ha sido el mejor mensaje para la ciudadanía. Como suele ocurrir en todas las familias cuando el cabeza de ídem no está a pleno rendimiento, Doña Sofía ha tomado las riendas de su casa.

Salvo el sábado que se fue a cenar con la Infanta Elena y después ambas durmieron en el palacio Albéniz, la residencia oficial de los Reyes en Barcelona, ha permanecido en el hospital junto a su marido y ha organizado la vida familiar en torno al enfermo. Hoy lunes se espera la visita de los duques de Palma, que acuden juntos a España por primera vez en varios meses.

Recién llegada de Washington para cumplir con su agenda como infanta de España, Cristina ha tenido tiempo para viajar a Barcelona y ver con sus propios ojos la evolución real. El martes se desplazará a Santiago de Compostela y el miércoles participará en Madrid en el día de la Cruz Roja. Y supervisando que todo esté en su sitio, la Reina. Sin duda, el mejor apoyo de un rey convaleciente.