Tita Cervera: "Todo se arreglará si Borja me demuestra su cariño"

Cuando Carmen Cervera se mosquea, mejor permanecer lo más lejos posible. El malvado de la guerra de las galaxias es un angelito de Murillo a su lado. Lo sabe muy bien su hijo Borja, que mantiene un contencioso legal, pero sobre todo afectivo que al fin y al cabo es el más importante.

Borja ha demostrado durante este último año su sensatez, sin entrar al trapo de algunos desvaríos familiares. El fin de semana pasado la baronesa se pronunciaba por millonésima vez contra su nuera en una entrevista en el dominical de El País mientras en La Otra Crónica de El Mundo se publicaba una información sobre la filiación de las mellizas adoptadas hace cuatro años por la baronesa. Ha sido precisamente esta información la que aparentemente ha convertido a la baronesa en una leona en ayunas. Y así se mostró ante la prensa cuando recogió el premio Naranja de este año.

Dice que sus abogados están estudiando el tema y aunque no tienen intención de litigar contra el periódico que dirige Pedro J, aclara que sí lo hará contra la información. “Son mentiras. Nunca he hablado de esas cosas y menos en público. ¿Se olvidan que se trata de un asunto donde hay menores? Yo sé la identidad del padre de mis hijas pero se trata de un tema íntimo y personal del que no quiero seguir hablando porque se trata de dos niñas pequeñas. Os ruego que no insistáis. Estoy muy enfadada”. Y dado que es una experta en cambiar de tercio, prefirió hablar de la crisis

-¿También te afecta?

Por supuesto y además he recortado gastos para poder invertir ese dinero en gente que de verdad lo necesita.

-¿Y en el museo se ha notado?

Respecto a las visitas nada. El año pasado tuvimos más de 80.000 y las expectativas previstas de esta temporada son muy buenas. Lo que sí nos afecta es todo lo referente a la organización de eventos en el museo por parte de empresas que sí han reducido los gastos de representación. Estamos preparando varias exposiciones. Hasta el 30 de mayo sigue “Monet y la abstracción” y después tendremos Ghirlandaio y el Renacimiento en Florencia” y  “Los jardines impresionistas”.

-¿Cómo están tus hijas?

Muy ricas. Van a cumplir cuatro años y vienen profesoras homologadas (así las llama) a casa. Dan clases de inglés, de manualidades, de ballet... Y siempre que no estoy de viaje estoy con ellas. Las baño, como con ellas, juego… Son muy felices aquí, en plena naturaleza.

-¿Qué momento prefieres?

Cuando me abrazan.

-¿Son muy diferentes?

Sí. Carmen es un torbellino y no para quieta. Sabina es más pausada y canta muy bien. Por la noche, cuando rezamos ella lo hace cantando. Son muy cariñosas y dóciles .

-¿Es verdad que vais a vivir en Madrid?

No, de haber algún cambio sería el traslado a Suiza, pero no ahora. Villa Favorita esta siempre abierta y con gente que cuida para que todo esté habitable

-¿Cómo van las relaciones con Borja?

No van.

-¿No te parece que es una situación muy triste?

Si, pero es lo que hay.

-¿Qué tendría que pasar para que se arreglara?

Que me demuestre su cariño.

-¿No echas de menos a tu nieto?

Sí, claro que me gustaría abrazarlo.

-Se supone que dentro de poco Borja accederá al resto de la herencia que le corresponde.

No me preocupa. Confío en Borja.

-¿Sabes que Borja tiene intención de organizar su vida laboral en temas relacionados con el arte?

No sabía nada, pero él tiene una excelente educación artística. Ha vivido rodeado de pintura y de arte y Heini era el mejor maestro. Su abuela (la llamaba mami) también le enseño mucho.

-¿Sigues comprando cuadros?

Sí. El último ha sido uno de Juan Cardona que me regalé por mi cumpleaños.

-¿Y joyas?

Ahora ya no. Heini me regaló muchas y preciosas.