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Isabel Sartorius se busca una representante
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Isabel Sartorius se busca una representante

Desde hace unas semanas se la puede ver de tertuliana en 'Espejo Público', el programa de Susana Griso en Antena 3. A diferencia de otros personajes de  parecido

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Isabel Sartorius se busca una representante

Desde hace unas semanas se la puede ver de tertuliana en 'Espejo Público', el programa de Susana Griso en Antena 3. A diferencia de otros personajes de  parecido tirón mediático esta incorporación no se presentó a bombo y platillo como en otras ocasiones. Por ejemplo, las apariciones de Massiel o de Bárbara Rey han tenido mucha más repercusión que la de Isabel.

Ella lo quería así y así se hizo. Ha cuidado hasta el último detalle y por eso, y para no tener problemas, se ha buscado una representante para que sea ella la que lidie con los temas crematísticos y  con todo aquello que tenga que ver con su imagen. Se trata de Mamen Díaz, la pareja del empresario teatral Enrique Cornejo, que conoce perfectamente los entresijos del show business y, por lo tanto, Isabel está en muy buenas manos.

Hay representantes que con tal de llevarse el porcentaje son capaces de “vender” al cliente al mejor postor. En este caso hay también una relación personal a través de Nora de Lichtenstein, que fue de quien partió la idea.

Desde hace años a Isabel la quieren muchas firmas como imagen de sus productos. Lo fue de Porcelanosa, de Puleva, de Coronel Tapioca... pero impuso la condición de no tener que hablar de nada ajeno a la firma. Con ninguna de ellas ha continuado y la empresa que montó para comercializar bolsos no tuvo el éxito esperado. Y eso que incluso Letizia llevó durante un tiempo el modelo Mesalina. Le han ofrecido (y le ofrecen) lo que pida por sentarse en un plató y contar su vida. Por supuesto, el cheque en blanco se justificaría en el caso de que hablara de su noviazgo con el príncipe y la relación actual que mantiene con él.

Siempre se ha negado, salvo las entrevistas que ha concedido a ¡Hola!, donde pasa de puntillas por estos asuntos. Su segunda aparición televisiva coincidió con la publicación en la revista Diez Minutos de su encuentro con la princesa Letizia en una terraza. No canceló su cita en 'Espejo Público' pero sí pidió que no le preguntaran por las fotos.

Fue una mañana tensa porque el tema del debate estaba relacionado con el amor para toda la vida. A Isabel le falta aún desprenderse de esa especie de complejo que tiene por haber sido novia del heredero y que le hace ser aparentemente muy vulnerable. La naturalidad es a veces la mejor consejera. Durante todos estos años ese estigma forma parte de su equipaje. Ya es habitual la cantinela de su entorno con frases de este tipo: “Isabel no hace esto por no molestar a la Familia Real, Isabel no va a este sitio para que no digan nada en Zarzuela, Isabel no posa por miedo a …”. Y siempre esa mochila pesada con los Borbones a cuestas.

Para ella la vida ha resultado bastante complicada. No tuvo una familia al uso. Ella misma la definió como desestructurada. De padres divorciados, se independizó muy pronto. El marqués de Mariño volvió a casarse con Nora de Lichtenstein, de la que siempre ha recibido apoyo emocional y también económico. Su madre vivía en Argentina y hasta su muerte Isabel estuvo pendiente de ella, que tampoco tuvo una vida fácil. 

Con sus dos hermanos mantiene una buena relación pero no son un punto fundamental de apoyo. Al menos, cotidiano. Cecilia vive en Buenos Aires y Luis es dependiente de Isabel. En cuestiones amorosas tampoco ha tenido suerte. Después del príncipe llegaron otros amores que no cuajaron. Ni con Javier Soto, padre de su hija y con el que estuvo a punto de casarse, ni con el empresario Fernando Ballvé, que murió.

A Isabel sus amistades le han organizado citas a ciegas de las que no sale nada. En los primeros encuentros la conversación suele girar en torno a sus años de noviazgo real. El problema es que en el segundo plato y en el postre el morbo continúa y así no hay quien pueda centrarse. El caso es que Isabel Sartorius, que siempre parece que está como en la película de Garci, “volviéndo a empezar”, tiene nuevamente presencia mediática. Y la razón no va más allá de buscar una forma de ganarse la vida. A ella nadie la mantiene y, por tanto, debe buscarse la vida.

Puede ser que la televisión sea su punto de partida. Y hay un dato que sorprende. La famosa tarde de confidencias en la terraza de El Pardo que inmortalizó la portada de Diez Minutos no estaba prevista. La princesa e Isabel salieron de Zarzuela y fue Letizia la que en el último momento decidió cambiar el lugar de encuentro porque la tercera amiga avisó que no iría. Si Belén Esteban tiene al vecino traidor, ¿quién delata a Isabel? ¿tendrá Letizia en su territorio zarzuelero al  ciervo traidor que se chiva de sus citas?

Desde hace unas semanas se la puede ver de tertuliana en 'Espejo Público', el programa de Susana Griso en Antena 3. A diferencia de otros personajes de  parecido tirón mediático esta incorporación no se presentó a bombo y platillo como en otras ocasiones. Por ejemplo, las apariciones de Massiel o de Bárbara Rey han tenido mucha más repercusión que la de Isabel.