Nuria March, Fanny Gautier y Carmen Lomana 'se meten en un jardín'

Meterse en un jardín cuando uno está comentando algo, es lo más habitual del mundo, sobre todo cuando uno se toma un par de copas. Pero hay jardines más complicados. Casi laberínticos, o sin el casi. La Beefeater 24 Midnight Labyrinth recreó el pasado sábado por la noche un auténtico laberinto londinense en pleno paseo de la Castellana de Madrid.

Hasta allí se desplazaron rostros conocidos como Nuria March o Fanny Gautier, vestidas por distintos modistos españoles y con impresionantes creaciones que atrajeron la atención de los asistentes. El de Gautier estaba firmado por Lorenzo Caprile y más de uno no dudó en apodarla ‘la princesa de Éboli’, por su clara inspiración en el siglo XVI.

Pero si hubo una invitada que sorprendió, ésa fue Carmen Lomana, con un corsé de Maya Hansen en rosa, acompañado de un liguero negro que atrajo todas las miradas. Ella, que ha sido portada de la revista QMD con un topless estupendo a sus 63 años, contó a Vanitatis que dicha portada “no le había gustado nada”, pero a estas alturas poco le importa lo que le digan.

La fama le ha llegado en un momento tardío, por eso dice que se lo toma como algo “divertido” y que le gusta porque, asegura, nota el cariño de la gente día a día. Su paso por ‘Más Que Baile’ ha acrecentado su popularidad, aunque pocos saben como es realmente una de las mayores coleccionistas de trajes de alta costura de nuestro país.

Lomana se va a París estos días, para asistir a los desfiles. Aunque, si quería hablar en francés, tan sólo tenía que acercarse a Bruno Delaye, el embajador galo en Madrid, que acudió a la capital de España a conocer los jardines, trasladados directamente desde Londres, para recrear los míticos laberintos de otros vergeles, los de Vauxhall, en el 350 aniversario de su creación.

El embajador es quizá el más mediático de todos los diplomáticos que pueblan nuestro país, algo que se debe, en parte, a su simpatía. Delaye habló sobre sus próximas vacaciones, que pasará en parte en Córcega, su tierra. El resto del verano seguirá plagado de actos en su residencia, entre ellos la celebración del 14 de julio, día nacional de Francia.