Marbella y sus ‘estrellas’: Pajares, Bigote Arrocet y Ana Obregón de luto frente a la tumba del Fary

Silencio, se rueda. Cuando el Ayuntamiento de Marbella anunciaba que el municipio costasoleño se incorporaba a la Red Andaluza de Ciudades de Cine y sería escenario de películas, no podíamos sospechar que los rodajes más mediáticos que transcenderían a la opinión pública serían los de los trasnochados ‘Clan Pajares’ y el de la incipiente revelación cinematográfica, Alex Lequio, esa pequeña criatura que un día se hizo famoso por morder los micrófonos de los periodistas que acosaban a su mamá Ana Obregón. Así es. Y lo que le contamos no es ficción, sino realidad de la buena.

Ahora que el escritor Vargas Llosa ha conseguido dar un toque de cordura a Marbella con su foro de literatura, que bajo el lema 'Seis escritores con Mario', está reuniendo a lo más granado: léase Caballero Bonald, Iwasaki, José Esteban, Armas Marcelo o Paula Izquierdo, intentando arrojar retazos de luz sobre los vínculos entre las literaturas española y latinoamericana, llegan los ‘freaks’ y la arman de nuevo con sus cameos del celuloide.

Nadie entiende nada. Cuando el departamento de Turismo anunciaba en Marbella que los rodajes y filmaciones serían un punto extra para la atracción del turismo, y que estar en las pantallas supondría una buena forma de mostrarse al país, nadie pensaba que Pajares, Jenny Llada o Bigote Arrocet serían los encargados, como en los años 70, de  mostrar de nuevo estos paisajes y los demás ítems que hacen la gloria de un pueblo que derrocha brillo propio.

Para más inri, Marbella está siendo el plató de Alex Lequio que, aprovechando al máximo sus recién estrenada mayoría de edad, de la mano de su madre, Ana Obregón, hace un par de cameos en Torrente 4, la nueva entrega de la saga de Santiago Segura, la más taquillera del cine español.

De este modo, madre e hijo se pasearon por Marbella posando por sus rincones y montándola por donde iban. La película se estrenará a principios de 2011, pero todos están ya esperando impacientes la escena de Anita en la que se la ve vestida de riguroso luto en la tumba del Fary. La toma no tiene desperdicio. Pero nada que envidiar a la que hace Belén Esteban, que al igual que para Alex ‘Rompe Micrófonos’, será su primera película. Amen, claro, y que Dios me perdone, de las escenas de Kiko Rivera acompañando a Torrente en sus noches de mala muerte por clubes de alterne y demás tugurios ilegales de la ciudad.

Pajares se queda en coma

Si Santiago Segura apuesta fuerte por la que será la cuarta entrega de la saga Torrente, no menos apuesta la directora nobel Marícielo Pajares, que ha puesto a sus ordenes claqueta en mano ni más ni menos que a su propio padre Andrés Pajares, en su primera película Coma, cuyo parte del rodaje transcurre en Marbella. Esto tampoco es broma.

Será como en la época de los setenta y veremos, con un buen puñado de mozas en bikini de fondo en el Hotel Don Pepe, a todo el elenco: Bigote Arrocet, Jenny Llada, Chonchi Pajares, etcétera. Y lo cierto es que la benjamina de los Pajares no lo hace mal como guionista. Lo que no le ha gustado al productor del largo es “la manera de tratar al equipo con sus subidas de tono” y otras cosas que no cuenta. Total que, uno por otro, la película, que está grabada casi al cien  por cien, se guarda a cal y canto en una caja fuerte por desavenencias entre directora y productor y no sabemos cuándo verá la luz.

Andrés padre espera que sea pronto. El actor ha apostado ciegamente por el proyecto de su benjamina y argumenta que “me ha sorprendido mucho mi hija porque ha hecho un argumento magnífico. Maricielo está por descubrir…”.

Según nos explicaba su directora, la cinta está “actualmente esta secuestrada”. Y mientras se arreglan todo estos altercados, Marbella sigue creyendo en ella misma y espera que al menos, uno de los proyectos cinematográficos que Antonio Banderas le presentó ayer al presidente Griñán, se realice en esta ciudad, que bien se merece en su plató a los maestro de talla de los grandes del cine.