Sara Carbonero, por la puerta trasera de un Zara

La persecución a Sara Carbonero ha llegado a límites insospechados. No hay día que la periodista deportiva salga por la puerta de su casa sin que numerosos fotógrafos la estén esperando y la sigan por cada una de sus citas por Madrid como si de una comitiva real se tratase.

 

La última persecución tuvo lugar el viernes pasado, cuando Carbonero decidió irse de compras aprovechando que Iker Casillas se encontraba en Alemania preparando su encuentro contra el Bayern de Munich. Pasó por la zapatería Irene Laya y luego fue al Zara de Argüelles mientras los paparazzi, de cerca, la fotografiaban llevando las bolsas de un sitio a otro.

 

Fue tal el acoso y la situación que acumula la novia de Casillas que cuando compraba en el edificio de Amancio Ortega pidió a los empleados de la tienda de ropa si podía salir por la puerta de atrás del local al finalizar su compra y así evitar el hostigamiento de esa mañana, según ha podido saber Vanitatis.

 

Sin embargo, la periodista de Telecinco pasó por caja (tres vestidos y unos zapatos con un ticket total de unos 200 euros) y recapacitó la idea de huir de los fotógrafos. Quizá era demasiado. “No pasa nada”, indicó Carbonero al mismo empleado al que había pedido la salida alternativa. “Me llevan persiguiendo toda la mañana y no me dejan en paz”.

 

Así que tal y como entró, volvió a salir. Por la puerta, con una bolsa más que portar y con los fotógrafos a la salida volviéndose locos mientras saltaban los flashes por la calle Princesa de Madrid. Al fin y al cabo, el pan de estos días para Sara Carbonero.

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