Julio Iglesias cumple la palabra dada a su padre

Don Roberto Rojo aún está que no se lo cree. Cinco años como párroco del distrito de las Chapas (Marbella) y ahora sale en el Hola. Sin comerlo ni beberlo, el sacedote celebró el pasado martes la boda del año: Julio Iglesias y Miranda se convertían en marido y mujer bajo la mirada atenta de la Virgen de su humilde parroquia.  

 

“Los medios están muy equivocados -cuenta a El Confidencial en una entrevista improsivisada en la puerta de la Iglesia-, Julio se ha casado por sentimientos, y por honor. Y digo honor porque tiene palabra. Le había prometido a su padre, el doctor Iglesias Puga, antes de que falleciese que se casaría con Miranda delante de Dios”. Y así fue.

 

A Don Roberto, como le conocen sus paisanos, no le gustan nada las fotos. “Bueno -se justifica- mañana me veréis en el Hola porque no tuve mas remedio. Llevo muchos años aquí de párroco y nunca he sido famoso por nada”.

 

La ceremonia fue celebrada por el padre Luis de Lezama, asistido por el padre Juan Mari Laboa y por el propio Roberto. “Es cierto que él quería casarse en su finca, pero la Iglesia no permite celebraciones fuera del recinto sagrado. Quería que fuese así para que hubiese más intimidad, pero la opción de esta Iglesia le pareció bien”.

 

El hecho de que oficiara la misa el padre De Lezama tiene su explicación: El fundador del Grupo Lezama (que cuenta en la actualidad con más de veinte establecimientos en Madrid -Café de Oriente y La Taberna del Alabardero-, Marbella y Sevilla) es íntimo amigo del cantante. La primera dama de EEUU, Michelle Obama, es habitual de uno de sus establecimientos en Washington; y, conocedora de su cocina, no perdió ocasión de pasarse por La Meridiana en su visita a Marbella este verano.

 

Todos de blanco

El pasado martes  24, a la 13.30 horas, Julio dijo sí quiero a Miranda. Toda la familia, Miguel Alejando, Rodrigo, las gemelas Victoria y Cristina, y Guillermo, vestidos de blanco, se bajaron a de un monovolumen negro para pasar por la puerta de la sacristía al templo de la Virgen del Carmen, donde se oficiaría la ceremonia.

 

Anteriormente a la boda se había celebrado un funeral, y el personal de la parroquia tuvo que recoger rápidamente todos los elementos de las pompas fúnebres para adornar la iglesia con flores blancas, el color favorito de la familia Iglesias.

 

Los niños llevaron las arras y los anillos de una ceremonia que duró media hora. El párroco desmintió que, como informaron algunos medios, se aprovechara la ocasión para bautizar a los niños. “Se bautizaron hace dos años aquí mismo”, aclara, para advertir que Miranda Rijnsburger es muy religiosa y que, aunque convivían desde mediados de los años noventa, su máximo deseo era casarse por la iglesia.  

 

Fotos con móviles

 

El administrador de Julio Iglesias y su esposa fueron los únicos testigos que tuvo la ceremonia.  Testigos oficiales, porque uno de los guardas de seguridad de la tenencia de alcaldía del distrito de las Chapas, que linda con la parroquia, está tratando de reventar la exclusiva al papel couche y busca comprador para las fotos de los novios que hizo con el móvil. “Estoy negociando con las teles”, dijo a El Confidencial. “Ya veremos si esto da para unas vacaciones”.

 

Actualmente la pareja y su familia viven en Miami, aunque desde finales de julio residen en su finca malagueña, donde la permanecerán hasta septiembre, cuando inicie la grabación de un disco con éxitos de los 60, 70 y 80.

 

Para el cantante este es su segundo matrimonio. Se casó con Isabel Preysler el 20 de enero de 1971, con la que tuvo tres hijos: Chábeli María Isabel, Julio José y Enrique Miguel. Ninguno de ellos asistió a la ceremonia.