La baronesa no tiene intención de conocer a su nieto

Carmen Cervera lleva catorce días en su casita de la Costa Brava y ahí seguirá con sus mellizas hasta que viaje a Madrid para supervisar la muestra del fotógrafo Mario Testino, que a partir del 21 de septiembre se expondrá  en el Thyssen.Conocer a su segundo nieto no entra entre sus prioridades. Al menos  de momento, a no ser que Borja y Blanca se acerquen por  la casa de Mas Mañanas, que por ahora tampoco forma parte del calendario cotidiano y domestico del matrimonio.

 

Lo habitual en cualquier entorno familiar donde los elementos que lo componen no se tiren los trastos a la cabeza es que los abuelos se desplacen hasta el domicilio del nuevo nieto si no se han acercado antes al hospital. Tita no pudo hacer un alto en sus vacaciones en la ruta pirata del Mediterráneo y se tuvo que consolar con conocer al bebé a través de la revista ¡Hola!, que mandó comprar rauda y veloz en un kiosko de Saint Tropez.

 

Tras analizar con lupa el reportaje y observar lo monísimo que era  Eric, la baronesa tuvo el detalle de llamar por teléfono a su hijo querido y preguntar por el estado físico de la nuera a la que aún sigue sin procesar.  Aunque parece que Javier Báñez, amigo y compañero de navegación, está intentando que la baronesa abra el circulo de la incomunicación y renueve lo antes posible los votos familiares.

 

Es cierto que por ahora es más deseo que realidad e incluso más factible rezarle a Santa Rita (patrona de los imposible) que entablar una comunicación afectiva. Septiembre también actualizará el tema judicial que los separa.

 

El abogado de Borja no ha recibido a día de hoy ninguna citación judicial referente a la fecha del juicio que por Revelación de Secretos interpuso Carmen Cervera contra él y Blanca. Tampoco han recibido ninguna notificación  e información  oficiosa ni oficial donde la baronesa exima al matrimonio del supuesto delito. Por ahora, sin novedad en el frente.

 

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