El jurado de Miss España se defiende de las acusaciones de tongo vertidas por las participantes

El pasado sábado, Paula Guilló (miss Teruel) se hizo con la corona de Miss España en la gala menos mediática de los últimos tiempos. Nada más conocerse la decisión del jurado, se encendía la mecha de la duda por las declaraciones de algunas candidatas, que volvían a acusar de tongo al certamen. Entre ellas, Miss Salamanca que, con la flamante ganadora aún sobre el escenario, se acercaba a la prensa para lanzar duras acusaciones contra la organización.

Los miembros del jurado se han apresurado a negar la mayor. Javier de Montini, presidente del mismo, reflexionaba sobre lo sucedido y se preguntaba cómo podía haber una pancarta que les acusaba de mala praxis desde el principio de la gala. “¿Qué tongo puede haber cuando todavía no ha votado el jurado?”, se preguntaba el reputado periodista.

Por su parte, Daniel de la Iglesia, otro de los miembros del jurado, comentaba que la mejor prueba de que no ha habido tongo es que Miss Toledo, representante de la ciudad que ha acogido el certamen y que lo ha patrocinado, ni tan siquiera pasó el primer corte. Además, está el hecho de que los miembros del jurando no reciben ni un euro por su participación.

No es la única polémica con la que han tenido que lidiar este año los organizadores. Algunos medios nacionales se preguntaban si el desmayo de Miss Cantabria el jueves se debía a los nervios o más bien a la dieta. Algunos han asegurado que la joven no había comido desde las tres de la tarde, cuando el desmayo se produjo sobre las diez de la noche. Los acompañantes de las jóvenes durante su periplo en Toledo han asegurado que no existían dietas y que las chicas comían todos los días en el bufet libre del hotel. “Había quien lo hacía y quien no”, aseguró Miss Madrid.

La eterna polémica

Las constantes críticas y la polémica han rodeado al certamen en los últimos tiempos. El concurso ha cumplido 50 años, pero nunca se ha encontrado en peor forma. Ninguna cadena de televisión quiere emitir la gala, porque la audiencia cayó año tras año durante las últimas emisiones. También la búsqueda de patrocinadores y la ruptura con Marina D’Or, lugar en el que habitualmente se elegía a la más bella de España, han hecho que se retrase cada vez más la celebración del concurso.

Esta edición ha sido polémica desde el principio. La aparición de unas fotografías de Jessica Bueno, Miss Sevilla, junto al tenista Feliciano López hicieron que la primera dama de la provincia andaluza quisiera ocupar su lugar y, de paso, mandase a su madre de peregrinación por los platós de televisión hasta que, finalmente, el sábado las tres estuvieron ocupadas: Jessica con la banda representando a Sevilla, la primera dama sentada en el plató de La Noria y su madre con una pancarta en plena plaza del ayuntamiento de Toledo.

La gala de este año, al aire libre y dependiente de las inclemencias del tiempo, no tuvo nada que ver con lo que otrora fue: el tamaño del escenario, el auditorio y cambiar las gradas por sillas de plástico dejaron patente la crisis que atraviesa Miss España. Aún así, pese al frío, las críticas y la señora con la pancarta, el concurso se celebró y Paula se convirtió en la nueva Miss España. Muchos se preguntan ahora si esta joven de Teruel se convertirá en una Miss del tipo Eva González o seguirá los pasos de sus predecesoras, Patricia Rodríguez y Estíbaliz Pereira, que apenas han aparecido en los medios durante su año de reinado.