Patricia Conde, enamorada hasta las trancas

“Me caso, no me caso. Me caso, no me caso”... Mientras Patricia Conde deshoja la margarita del amor, los paparazzi hacen el agosto gracias a la cesión involuntaria y desinteresada de sus arrumacos en público con su nuevo novio,el empresario mallorquín Carlos Seguí.

Los amantes de Teruel –o de Mallorca, tanto monta- no distinguen, o no quieren distinguir, entre hábitat público y privado. Ellos desatan su pasión en cualquier parte: la calle, el aeropuerto, un café –de Gijón o de Palma-, el súper, la parroquia del barrio… Todos los lugares son aptos para mostrar su amor.

Otra cosa es que la pasión entre ellos sea de tal magnitud que la vayan a certificar por escrito secular. Muchos son los que suponían que los rumores de boda entre los dos jóvenes, que acaban de superar la treintena, no pasaban de ser más que un rumor para vender revistas.

El magacín semanal Hoy Corazón se ha puesto en contacto con la representante de la presentadora y actriz -muy ocasional-, quien ha asegurado que Patricia todavía hoy se está riendo de aquella noticia.

Lo que es innegable es que la lideresa de Sé lo que hicisteis está enamorada hasta las trancas del joven Carlos, que regenta negocios familiares de ocio y restauración en la isla más concurrida del archipiélago balear. De nada le ha servido a Patricia, otrora pareja de rostros conocidos como Carlos Moya y Dani Martín –vocalista de El canto del loco-, que el prota masculino de su idilio veraniego firmase como Anónimo hasta que la conoció.

Ella tiene tirón por sí misma. Así que los fotógrafos estarán detrás de cualquier arbusto, natural o artificial, dispuestos a inmortalizar los besos de la nueva pareja de casaderos sin intenciones aparentes de pasar por la vicaría.

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