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La hija de Concha Piquer: "Mi madre vende más discos ahora que cuando vivía"
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La hija de Concha Piquer: "Mi madre vende más discos ahora que cuando vivía"

Concha Piquer sigue llenado de orgullo a su familia. Hace apenas dos días, se daba a conocer la noticia de que la cantante valenciana había protagonizado

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La hija de Concha Piquer: "Mi madre vende más discos ahora que cuando vivía"

Concha Piquer sigue llenado de orgullo a su familia. Hace apenas dos días, se daba a conocer la noticia de que la cantante valenciana había protagonizado la primera película sonora de la historia en 1923, cuatro años por delante de la mítica El cantante de Jazz. Un cinta de once minutos de Lee DeForest, donde la Piquer se arranca por una jota aragonesa, un cuplé andaluz y un fado luso.

Como no podría ser menos, su hija, Concha Márquez Piquer, Conchín para los amigos, no cabe en sí del gozo y la satisfacción que el hallazgo en la biblioteca del Congreso de los EE.UU. ha supuesto para todos ellos. Lo han celebrado con un gran abrazo.

Pregunta: Enhorabuena, Concha. Un momento de gran emoción, ¿no es así?

Respuesta: Sí, por supuesto. Estamos muy orgullosos. Era una mujer universal. Triunfaba en Broadway con 16 años, acabada de llegar directamente de Valencia. Era una artista. Con un gran carácter, pero dulce.

P: ¿Este momento seguro que le hace recordar más aún a su madre?

R: Pues sí. En la cinta se ve como dice “stop” y se escuchan las castañuelas, y eso me emociona. Era una madre maravillosa. Tenía unos grandes ojos negros con los que te lo decía todo. Era una esponja.

P: ¿Tenía muchas cosas buenas ser hija de Concha Piquer?

R: Sin duda. He estudiado en los mejores colegios del mundo: en St. Margaret ’s  School, en La Habana… hasta que tuve doce años que me fui a estudiar a un colegio francés de Suiza. Luego, he viajado con ella, mis hijas y con Curro Romero a muchos sitios. Yo fui muy feliz porque estaba encantada con Ramiro Oliveros [su actual pareja]. A nivel de reconocimiento, yo no he sido profeta en mi tierra, pero ella sí. La gente joven la quiere muchísimo.

P: Usted que viajó con ella por medio mundo, ¿qué habían en esos baúles de los que todo el mundo habla?

R: Es una marca patentada, actualmente. Verá, al volver de América, mamá conoció a mi padre. Entonces, fletábamos aviones y barcos con los baúles a donde fuera a cantar. Mi madre nunca se quedaba a dormir en un hotel, ya que mi padre alquilaba una casa días o meses antes de partir. Recuerdo que viajábamos con Don Marcelo, un canario, unas setenta personas, entre cocineros, la doncella personal de mi madre… En los baúles, viajaban lo mismo litros de aceite de oliva, su inmensa colección de joyas, doce batas de cola…

P: Su madre vestía ropa de alta costura, lo que hacen más valiosos aún sus vestidos.

R: Sí. A mi madre le gustaba mucho comprar haute couture en París.

P: ¿Esos baúles nos pueden deparar alguna historia más que nos sorprenda como este magnífico hallazgo?

R: Ella viajaba siempre con sus muñecas. Las compró ya de mayor y ahora las tengo yo. Fue muy pobre y nunca pudo tener una muñeca de pequeña. Iba a robar a los huertos de Valencia.

P: Sin embargo terminó su vida hablando perfectamente inglés.

R: Sí. Cinco años en Estados Unidos hicieron mucho para que ella aprendiera. También aprendió a escribir bien el castellano con las obras de Blasco Ibáñez. Amaba su tierra. De hecho con cinco años me regaló una estampita de la Mare del Déu dels Desamparats, que me acompaña a todas partes. Incluso a Tailandia, donde viajo con gran frecuencia.

P: ¿Llegó a conocer a Federico García Lorca?

R: Federico era muy amigo de Rafael de León, a su vez muy amigo de mi madre, y no pudo conocerle, porque le mataron.

P: Hace unos años se publicó una biografía donde se afirmaba que Concha Piquer era afín al régimen de Franco.

R: Me ha dado muchos problemas esa biografía no autorizada. Ella no era afín a Franco. Es más, pagaba por decir mancebía en una de sus canciones o porque no se pasara el parte en las salas donde actuaba.

P: Tiene usted las patentes de su nombre, ¿le reportan muchos beneficios?

R: Me siguen llegando royalties de EMG Y EMI todavía. Concha Piquer vende ahora mucho más que cuando vivía. Son otros tiempos, también. Al morir, 38 años después de retirarse, España se volcó con su muerte ¡Con lo olvidadizo que es nuestro país!

P: ¿Cómo era en los escenarios?

R: Mamá no era una folclórica. Ella no se atusaba el pelo mientras cantaba. No permitía que sus bailarines hicieran ruido con los zapatos o que fumaran. El respeto al público era algo que no se podía omitir. Con ella se aprendía muchísimo. Se retiró a los 50 años, porque no llegó a una nota que ella quería. Era grande.

P: El mundo de la copla ya no es como el de antes, en qué nota usted que ha cambiado

R: Ahora se quedan afónicas, en muchas ocasiones. Para cantar en directo hay que ejercitar las cuerdas vocales dos horas diarias. Obviamente, no está bien comparar.

P: ¿Cómo van a celebrar la buena nueva?

R: Ya lo hemos hecho. Nos hemos dado un abrazo muy fuerte mi hija Iris, mi marido y yo y ya está. Estamos tremendamente contentos y felices.
 

Concha Piquer sigue llenado de orgullo a su familia. Hace apenas dos días, se daba a conocer la noticia de que la cantante valenciana había protagonizado la primera película sonora de la historia en 1923, cuatro años por delante de la mítica El cantante de Jazz. Un cinta de once minutos de Lee DeForest, donde la Piquer se arranca por una jota aragonesa, un cuplé andaluz y un fado luso.