Líos de familia hasta en las mejores casas

Aunque al hablar de lío familiar el primer nombre que aparece al procesar el término sea el de los Thyssen, los entuertos familiares han constituido la tónica general a lo largo y ancho de este año que despedimos. El enfrentamiento judicial entre Tita Cervera y su hijo sigue su curso, y mientras otros líos de familias menos dadas a aparecer en los medios de comunicación siguen regalando titulares, con maniobras empresariales más propias de una novela policíaca. “Todas las familias felices se parecen, pero las infelices lo son cada una a su manera”, dijo Tolstói. 2010 ha demostrado que la máxima tiene un cariz real. Y si no que se lo digan a Llongueras.

Hace pocos meses, el peluquero más famoso del país era despedido de su propia empresa por su hija mediante un burofax. “He intentando ser buen padre, al formar esta empresa, se pusieron las acciones a nombre de varios familiares y lo que ha sucedido es que, ahora, sumando las acciones de mi ex mujer y de mis dos hijos mayores, suman más del cincuenta por ciento, y pueden decidir sin mi consentimiento", dijo entonces Llongueras, que se comparó con el caso similar que le tocó vivir al doctor Santiago Dexeus.

La empresa de servicios Eulen, que cuenta entre alguno de sus activos las bodegas Vega Sicilia, también ha vivido su particular lucha interna. Cinco de los siete hijos del fundador, David Álvarez, de 83 años,  no están conformes con la gestión de la empresa, por lo que el lío familiar ha adquirido dimensiones cósmicas, como las demandas de Telma Ortiz a los diferentes medios de comunicación. En tal embrollo andan metidos en la empresa, que Emilio Álvarez, hijo del fundador y marido de Paloma Segrelles, fue cesado como consejero del grupo empresarial hace unos meses.

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