Una nueva famosa llamada Beatriz Trapote

La llegada a la fama es un camino lleno de vericuetos. Para unos es fortuito, para otros un trayecto largo y meditado que, tras mucho esfuerzo, acaba alcanzándose cual meta en una maratón. Beatriz Trapote se ha convertido en los últimos meses en un personaje conocido. Parece que su relación con Víctor Janeiro y su paso por el concurso Supervivientes han tenido más peso a la hora de darle fama que los cinco años que pasó estudiando periodismo en la Complutense.

Amada y odiada por el público casi a partes iguales, Beatriz es de las que hacen frente a lo que se les venga encima, incluso a la acusación de plagio. Y es que la periodista, que trabajó como reportera anteriormente se ha convertido en colaboradora televisiva y, de paso, sacó un libro al mercado. La temática sorprendió a propios y a extraños: el sexo.

Aquel libro, titulado Kamasutra sin límites, que ella aseguraba que había escrito la obra junto a Helena H., conocida como la marquesa X, le trajo algún que otro disgusto. Primero la acusaron de plagio luego se enfrentó a una sesión en La Noria de la que salió por piernas. Ella se defendía diciendo que no la habían echado de plató, sino que había sido ella misma quien había optado por irse.

Con respecto a la acusación de plagio, ella contaba a Vanitatis que se trata de “una acusación muy fuerte, que no es verdad, pues yo en el prólogo ya especifico que existen dos libros en el mercado”. Pero las críticas fueron tan amplias que ella decidió quedarse en su reducto y dejó que pasase el temporal.

Ahora sigue como colaboradora de El programa de Ana Rosa y esta misma semana aparecía en Enemigos íntimos. Quienes se quedaron a medio camino al ver este último espacio televisivo creyeron que la –aparentemente- perfecta relación de pareja que mantiene con el pequeño de los Janeiro se había ido al traste. Nada más lejos de la realidad, según comentaba entre risas la propia Trapote a Vanitatis, todo había sido “una inocentada”. También, en cierto modo, fue una forma de pasar por alto los constantes rumores de crisis que les rodean.

De hecho, según cuenta, va pasar los pocos días que quedan de fiesta en Cádiz, en casa del torero. “De crisis nada de nada”, dice. Y es que ella habla claro, sin tapujos, sea del tema que sea. Le sonría o no la suerte, aunque no todo el público la quiera, ella siempre tendrá a sus trapotistas, esas a las que no les importa su particular batalla con Belén Esteban.

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