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Natasha Yarovenko: "Soy muy pudorosa y me cuesta quitarme la ropa"
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Natasha Yarovenko: "Soy muy pudorosa y me cuesta quitarme la ropa"

Nunca se imaginó hablando de planos contrapicados ni escuchando el constante chasquido de una claqueta, pero el cine se ha convertido en su vida. Llegó a estos

Nunca se imaginó hablando de planos contrapicados ni escuchando el constante chasquido de una claqueta, pero el cine se ha convertido en su vida. Llegó a estos menesteres por la puerta grande, con Julio Médem rubricando su carta de recomendación. Pero a Natasha Yarovenko todavía le cuesta autodenominarse “actriz”, a pesar de que la Academia de Cine ha reconocido su trabajo en Habitación en Roma, con Elena Anaya como compañera de reparto, en la categoría de mejor intérprete revelación.

Pasional y con las ideas claras, más que una estudiante de interpretación al uso, a esta ucraniana de 30 años el éxito le ha llegado sin pensarlo. Su último proyecto: el estreno de El Capitán Trueno y el Santo Grial, donde interpreta a Sigrid, una heroína de cómic de carne y hueso. Un papel al que accedió tras la renuncia de Elsa Pataky.

Pregunta: Enhorabuena por la nominación, ¿qué tal se encuentra?

Respuesta: Muy ilusionada, feliz y contenta. Pienso aprovechar este momento al máximo.

P: ¿Es consciente de la responsabilidad que cae sobre su espalda?

R: No siento el peso de la nominación todavía. Necesito más días para asimilar todo lo que me ha pasado durante estos últimos meses.

P: Ha empezado por todo lo alto con Julio Médem. No todas las actrices de su generación pueden decir lo mismo…

R: Ha sido maravilloso trabajar con él, con Elena Anaya y el resto del equipo, que nos puso las cosas muy fáciles. Ahora me acuerdo de mi primer trabajo y es un sentimiento muy bonito. Nunca me había planteado ser actriz, llegué a todo esto por casualidad.

P: En Habitación en Roma interpreta a una mujer pasional, ¿se corresponde con la Natasha del día a día?

R: Sí. Yo simplemente intento aprovechar las oportunidades que me da la vida. Nunca había soñado con ser actriz, sino en expresarme, de la forma que fuera, y tampoco estuve segura de que era este el camino que quería tomar. Todo cambió cuando me llamó Julio Médem. Ahora ya sé lo que quiero.

P: Los desnudos son una constante a lo largo y ancho de la producción, ¿le costó desprenderse de la ropa?

R: Me costó muchísimo. Al leer el guión por primera vez me asusté, pero luego hablando con él me transmitió mucha confianza. Por supuesto que no fue nada fácil quitarme la ropa, sino más bien todo lo contrario, súper difícil. Además, yo soy muy pudorosa. Pero todo se hizo en las mejores condiciones.

P: Ahora ha finalizado la grabación de El Capitán Trueno, ¿le gustaría trabajar con algún director en particular? ¿Almodóvar tal vez?

R: Me gustaría trabajar con muchos directores españoles. Pero creo que no debería dar nombres por si acaso.

P: Si gana el Goya, ¿sabe a quién se lo va a dedicar?

R: Sí. Tengo muchísima gente a la que dedicárselo y no sé si me va dar tiempo para agradecérselo a todos. Sé que en los Oscar tienen pocos segundos y si te pasas luego te echan la bulla. Pero irá dedicado a los que me han ayudado y me han impulsado a hacer de esto tan especial mi medio de vida. Y también a toda mi familia.

Nunca se imaginó hablando de planos contrapicados ni escuchando el constante chasquido de una claqueta, pero el cine se ha convertido en su vida. Llegó a estos menesteres por la puerta grande, con Julio Médem rubricando su carta de recomendación. Pero a Natasha Yarovenko todavía le cuesta autodenominarse “actriz”, a pesar de que la Academia de Cine ha reconocido su trabajo en Habitación en Roma, con Elena Anaya como compañera de reparto, en la categoría de mejor intérprete revelación.