Malena Costa: "¿Yo quien cuenta todo? No soy así"
Es joven. Pero a sus 21 años, Malena Costa no es ninguna inconsciente. Lleva desde los 15 –edad con la que entró a formar parte del
Es joven. Pero a sus 21 años, Malena Costa no es ninguna inconsciente. Lleva desde los 15 –edad con la que entró a formar parte del concurso Supermodelo- conviviendo con las cámaras de televisión. Por eso cuando alguien se acerca a preguntarle qué le parece que algunos la consideren el ‘topo’ que ha dado datos sobre Shakira y Piqué, ella vuelve a esbozar esa sonrisa angelical que siempre la acompaña y responde: "¿Yo? Yo no soy así". Y hasta el momento lo cumple. La discreción y la educación son la base de la imagen de la novia de Carles Puyol.
Ella está siendo una de las estrellas de esta edición de la pasarela Cibeles Madrid Fashion Week, y como tal apareció en la fiesta de presentación del Calendario Larios 12. Enfundada en un vestido de Pronovias, firma para la que fue imagen hace tan sólo unos meses, la modelo mallorquina supo sacar todo su arsenal para convencer al personal de su potencial y, a juzgar por los comentarios generales, lo logró.
Malena, que está orgullosa de su pasado, de su paso por el concurso televisivo, opina que “todo ocurre por algo”. Y es que está feliz, tranquila y disfrutando de su nueva etapa, eso sí, se lo toma todo con mucha calma y en sus respuestas siempre impera la discreción. Esa es su máxima. Por el momento, dice, no se siente acosada por la prensa. Sonríe y pasa de largo cuando le preguntan por el –ya agotador- waka rumor. No es cosa suya.
Lo que sí era un asunto de su incumbencia era la presentación, realizada en la Casa de Vacas del madrileño parque del Retiro madrileño, más que nada porque ella era una de las doce protagonistas de los cortometrajes que han sustituido al almanaque tradicional. Pero la novia del futbolista catalán no fue la única en asistir. También estuvieron modelos de Cibeles, como Clara Alonso, acompañada por su inseparable novio, el músico David Feito, de El sueño de Morfeo.
Laura Sánchez, que optó por no pasar por el photocall o una estupenda Estefanía Luyk compartieron una atestada zona VIP. Natasha Yarovenko, ex modelo y nominada a un Goya por su trabajo en Habitación en Roma también se dejó ver por allí. Ninguna de ellas reparó en el comentario de la noche: Muchos de los invitados decidieron hacer caso omiso a la ley antitabaco por aquello de estar bajo una carpa y no un tejado de construcción.
Pero antes de que la madrugada diera paso a quienes se escondían en los rincones para fumarse un cigarrillo, Samantha Vallejo Nájera, embarazada y feliz, se paseaba por un ambiente sano y sin malos humos. También Fiona Ferrer, simpática y sonriente como siempre. O Tony Acosta, que huía de esa zona acotada para los high class en menos que cantaba un gallo.
Por eso, aunque Eloy Azorín, Jaime Cantizano y Màxim Huerta aguantaron lo sobrehumano, acabaron por abandonar esa suerte de recinto amurallado. Lo mismo que hicieran Olfo Bosé y su prometida o los diseñadores Modesto Lomba y David Delfín. Menos mal que quedaba pista para compartir y reír fuera del rincón, aunque no con Malena. Ella, a las doce, cual Cenicienta, ya estaba fuera del pulmón de la capital. No vaya a ser que lleguen las madrastras y nos adjudiquen culpas que no son nuestras. Qué brujas siempre hay sueltas...
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