Carmen Lomana pide perdón a Santiago Segura

Carmen Lomana está harta de los frentes que se abren a su alrededor. Una vez resuelta la polémica con Jorge Javier Vázquez, que ya adelantó Vanitatis, le tocó el turno a Santiago Segura a colación de uno de los papeles para su última película (Torrente 4), concretamente el de viuda, estado civil de la televisiva con más glamour.

Lomana mantenía que se le había ofrecido el papel, a través de Richi Castellanos, el amigo del cineasta, mientras éste lo rechazaba de plano. La tensión entre ambos llegó a su punto más culminante hace unos días. Por aquel entonces, la opinión de Carmen Lomana era que Segura se estaba haciendo publicidad de Torrente 4 "a mi costa". Hoy las cosas han tomado un cariz harto distinto y el enfado con Segura ya es historia.

Tal es así, que la directora de Las joyas de la corona ha optado por quitarle importancia al asunto ("Parece que cuando alguien dice una tontería, el otro tiene que contestar tontería y media, y así estamos todo el tiempo") y así se lo ha hecho saber a Vanitatis. Sin embargo, Lomana se mantiene firme cuando se trata de defenderse de las críticas que sobre ella se vierten. "Yo no ataco a nadie, sólo me defiendo cuando me atacan. Es lo único que hago".

En el caso Segura, la reina del whopper  ha confesado a este portal que las aguas han vuelto a su cauce. Y es que, durante la premiére de Sígueme el rollo, película protagonizada por Jennifer Aniston y Adam Sandler, ambos coincidieron. Y, ni corta ni perezosa, la televisiva se acercó hasta el director para preguntarle qué le pasaba con ella. "Le comenté que pensaba que era más abierto y progre, y que lo que había dicho sobre mí no era digno de él".

"Estaba rabioso porque yo había contado cosas. Yo creo que fue un rebote que tuvo. Así que le pedí que dejara de decir tonterías. Él mantenía que le había reventado la película, pero ¿cómo voy a reventársela? Todo lo contrario, le viene bien por publicidad".

Fue entonces cuando Carmen le pidió perdón. "Le dije que lo sentía mucho si le había molestado, pero que tenía que haberme llamado y habérmelo dicho si es que le había sentado mal que yo hablara, pero cuando me ofrecieron el papel nadie me dijo que no podía hablar".

Y tan amigos. Tanto, que el actor y director está decidido, y así se lo comentó a Lomana, a invitarla a la película. Pregunta obligada: "¿Y va a ir?". "Me pensaré si voy, que aún queda tiempo". El suficiente para que, tal y como ella afirma entre risas, se le abran más frentes.

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