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Trinidad Jiménez no quiere oír hablar de boda
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Trinidad Jiménez no quiere oír hablar de boda

Después del anuncio de José Luis Rodríguez Zapatero informando de que no será el candidato socialista a las próximas elecciones, los integrantes del gobierno del leonés

Después del anuncio de José Luis Rodríguez Zapatero informando de que no será el candidato socialista a las próximas elecciones, los integrantes del gobierno del leonés están en el centro de la actualidad. Pero su trabajo es, al menos en lo teórico, dar la cara. Trinidad Jiménez acudió de rojo pasión a la entrega de los premios Naranja y Limón y con una sonrisa de oreja a oreja, imagen del buen momento personal que está atravesando aunque en lo político las aguas estén revueltas.

Su pareja, el cámara de TVE Miguel Ángel de la Fuente, puede ser el motivo de su sonrisa, pero eso sí, Jiménez dejó claro a Vanitatis que de boda, por el momento, no quiere oír hablar. “Uy... de eso nada de nada”, comentaba cuando le preguntábamos por si había planes de boda. Aún así, en los últimos tiempos la ha acompañado en actos públicos y anoche estuvo junto a ella, aunque en un discreto segundo plano, intentando pasar desapercibido.

Cuando le preguntan por la buena compañía que tuvo en cena en palacio hace unos días, ella sonríe y deja la respuesta en el aire: “¿Ah sí?”, comenta divertida. Pero nada más, una respuesta similar a la que da cuando le preguntan por su preferido en el camino a la sucesión de Zapatero, no se decanta ni por Blanco, ni Bono ni por ninguno de los dos nombres que suenan con más fuerza: Carme Chacón y  Rubalcaba. “A esa pregunta lo siento pero hoy no voy a responder”, dice con toda la amabilidad que le ha dado su educación política.

Lo que sí deja claro es que ella no tiene pensado ser una más en el camino a la sucesión del actual presidente en la lucha por el poder en las próximas elecciones. Y eso que alguno que otro se muestra abiertamente seguidor de la política, que últimamente se ha dejado ver dando paseos en moto por Madrid. Le preguntan por si prefiere la política o las motos y responde sin dudar que “la política”. “¿Es una afición?”, le preguntan. “¿La política o las motos?”, responde ella con la sorna de quien está habituado a que intenten pillarle en cada cuestión.

Tras unos minutos ante la prensa, se va a la sala, donde Jaime Lissavetzky, secretario de estado para el deporte hasta hace tan solo unos días y candidato a la alcaldía de Madrid le hará entrega del premio Naranja Especial de la peña Primera Plana. Unas filas más atrás se sentaría su chico, con el que al parecer lleva saliendo desde 2008.

Ella no fue la única premiada. El limón especial cayó en manos de Leire Pajín, compañera del ejecutivo de Jiménez, que no acudió a recoger su premio, según comentaba Jiménez porque creía que “finalmente le había sido imposible”. Quien sí fue a recogerlo fue el cantante David Bisbal que, pese a ser merecedor de un premio Naranja, no pasa estos días sus mejores horas con la prensa tras el bautizo de su hija Ella en Miami.

Ellos, junto a Manolo Escobar, acompañado de su hija Vanessa, simpática como siempre y embarazada de seis meses, Laura Valenzuela y Concha Velasco entre otros invitados, disfrutaron de la velada en el Mirasierra Suites Hotel de Madrid, el mismo en el que esa noche se concentraban los jugadores del Real Madrid. Alguno con suerte pudo ver a Mourinho por el hall del hotel, y otros se quedaron con las ganas. Quizá el año que viene él sea uno de los premiados y baje a recoger su premio, desde luego ayer no estaba el horno para bollos.

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